Si hay una competición de motocicletas peligrosa en la playa, es la Weston Beach Race, que se lleva a cabo en el Reino Unido. Catalogada como “la más grande, alocada y bestial”, nos dejó una escena que mete miedo.
Si hay una competición de motocicletas peligrosa en la playa, es la Weston Beach Race, que se lleva a cabo en el Reino Unido. Catalogada como “la más grande, alocada y bestial”, nos dejó una escena que mete miedo.
Hace ya diez días se corrió en Weston la complicada carrera, donde debieron moverse más de un millón de toneladas de arena para formar el circuito playero. Allí más de un centenar de pilotos amateurs se midieron en un trazado que supera los 6 kilómetros de longitud. Esta compleja “pista” se compone de 36 dunas para sortear y una larguísima recta que alcanza 2 kilómetros de largo.
Decenas de motociclistas recorren a la par y abren gas al máximo en la recta que va en paralelo al mar. Allí es por supuesto donde se da el inicio de la carrera, y por supuesto que los pilotos dan con todo para ingresar lo mejor posible a la zona de dunas.
La mezcla de agua, arena y mucha velocidad puede ser mortal, o casi. Sufrir un accidente en el sector de la recta tan complejo como que se te pare la moto. Esto último fue lo que sucedió en este vídeo, donde se ve a un motociclista con problemas mecánicos parado en el medio de la recta.
Parado en el medio de las motos que pasaban a toda velocidad, el piloto estaba desesperado por ir al extremo de la pista. El peligro era demasiado, estaba rodeado por motos de 120 kilos que corrían a 140 km/h.
Sin poder escapar, cuando otro piloto está a punto de llevárselo puesto y corre abandonando su montura. Además, después chocó otro más. Pero como si fuese un milagro, ninguno de los tres motociclistas sufrió lesiones importantes.
