Como cada vez que llegan las fiestas, tenemos que pensar en algún presente para nuestros familiares y amigos (porque no para nosotros también). Por eso repasamos 10 regalos que se le pueden hacer un motociclista.
Sabemos que más de uno no compró ningún regalo de Navidad, por eso vamos a darles algunas ideas. Pero también esta lista la podemos enviar a otra persona como indirecta (bastante directa), para que sepan que queremos encontrarnos en el arbolito en noche buena.
Un casco nuevo
Sabemos que los cascos son esenciales para los motociclistas, pero no solamente eso. También tienen una vida útil que se termina, y quizá sea un buen momento para cambiar el viejo. Habrá que fijarse muy bien en el talle a la hora de ir a comprar (si es un autoregalo solamente habrá que probarlo).
Caballete universal para moto
Si sabemos que nuestro motociclista no tiene uno, será una genial sorpresa, así como de gran utilidad. El caballete servirá cada vez que haya que cambiar algo en la moto, hacer una revisión, engrasar o tensar la cadena, o simplemente puede ser usado al momento de estacionar en el garaje. Además si nuestro amigo/pariente (o nosotros) suele ir a algún que otro track day, será ideal.
Escape o silenciador
Podría ser uno clásico o bien deportivo, según los gustos del motociclista. Si no tiene uno seguramente será un regalo perfecto; mientras que también podría servir para hacer un cambio a la moto. ¡Ojo! Tiene que ser compatible con la máquina, y quedar bien estéticamente (de lo contrario podría ser el peor regalo).
Puños nuevos
En este caso tendremos que fijarnos muy bien en el gusto del motociclista, porque si fallamos en el criterio al comprar será completamente inútil. Pero si acertamos es un genial presente para hacer (o hacernos). Los hay de todos los precios, inclusive en internet pueden encontrarse de muchas clases. Se puede agregar a ellos un cubre mano, que también nos hará quedar bien en esta Navidad.
Cámara de vídeo
Cualquier motociclista quiere una GoPro, no hay nada mejor para capturar cada una de las cosas que nos pueden pasar sobre la moto. Para un motoviajero o un piloto es todavía mejor. Las imágenes grabadas con una cámara onboard quedan geniales, ya sea un paisaje natural o una vuelta rápida en un circuito.
Botas o zapatillas para moto
La gran mayoría de los motociclistas tienen un par de zapatos especiales para ir en moto. Pero nunca viene mal unos nuevos, o mejor aún si no tenemos un par. La mejor opción es una bota o zapatilla tipo casual, de uso mixto es decir que las podemos calzar tanto cuando estamos en la moto o bajamos de ella
Mochila para moto
Un clásico para los motociclistas, una mochila especial es un gran regalo, que se sabrá apreciar. Las hay de varios costos, algunas son muy caras, pero todas están pensadas específicamente para la moto. Son más resistentes que una común, pueden ser impermeables, y algunas traen ganchos o apartados que sirven para colocar elementos propios de los motociclistas.
Un par de guantes
Como el calzado o el casco, los guantes pueden ser un genial presente navideño para un motociclista. Además que se ajusta a varios estilos, según lo que guste y las necesidades de la persona. Los hay de cuero, sintéticos, para uso diario, para viajes, para off-road, deportivos, así como de invierno y de verano. Por lo que tendremos mucho para elegir, y habrá variedad de precios también.
Curso de conducción en moto
Por supuesto que existen cursos para aprender a manejar motos, así como los hay para mejorar la conducción. La seguridad de todos depende de la educación vial, así que siempre viene bien perfeccionar las técnicas, para elevar nuestra forma de manejar a otro nivel. (Con una simple búsqueda de internet aparecen varias escuelas dedicadas a esto).
Viaje en moto
Dejamos para el final el regalo más costoso de todos. ¿Quién se resistiría a un viaje en dos ruedas? Cualquier motociclista estaría encantado con un regalo de este estilo. Podremos optar por paquetes o tours armados, ya sea en territorio nacional o internacional. Si ninguno nos convence pasaremos a armar nuestro propio recorrido soñado, que será más trabajoso, pero seguramente sea un presente muy original.