Es cierto que cuando vemos las sport de gran cilindrada morimos de amor, pero como no cualquiera puede llevarlas, muchos se decantan por las hermanas menores. Sobre todo porque estas son (además de más económicas) una entrada a la gama, en la mayoría de los casos. Además estas “pequeñas” fueron hechas a semejanza de las mayores, con prestaciones para buscar los límites. Sin más, estas son las 5 más atractivas del mercado en 2019.
Honda CBR500R
La más actual de familia y última en salir a las calles, la 500 lleva todo el estilo de las clásicas deportivas de la gama del ala dorada. No solamente el espíritu está intacto, también sus líneas de diseño se muestran más agresivas que en el resto de sus hermanas.
Comparte motor con las CB500F y CB500X, un bicilíndrico en línea de 471 cc, que genera una potencia de 48 CV. Ideal para buscar diversión, gracias a la mejora que la hizo más potente y a sus 3 kilos menos de peso con respecto a la versión anterior. Además lleva sistemas eléctricos de nivel, como embrague anti rebote, y suma instrumental con pantalla LCD.
Kawasaki Ninja 400
La menor de las Ninja llegó a las calles con el título de campeona del mundo de Supersport 300 bajo el brazo, como para demostrar de entrada que es una de las mejores dentro del segmento. Por supuesto tiene todas las similitudes con respecto a sus hermanas mayores, tanto en diseño como en calidad y potencia.
Lleva un motor de dos cilindros de 399 cc, que puede desarrollar hasta 45 cv de potencia, siendo una de las más interesantes de esta lista. Suma agilidad gracias al chasis multitubular símil al de la H2, además de aportar en la suspensión delantera con una horquilla convencional de 41 mm, y en el mismo eje en la frenada con un disco semiflotante de 310 mm. No se puede dejar de mencionar el embrague anti rebote, que añade calidad, o la posición de conducción bastante cómoda y poco forzada.
KTM RC 390
La máquina de la firma austriaca es la más radical del segmento, con sus líneas afiladas y sus componentes de máxima calidad. Invita a una conducción agresiva, más deportiva, con la posición en que queda el motociclista por la altura de los semimanillares.
En su interior lleva el monocilíndrico de 373 cc, con acelerador electrónico, que deja el nivel de potencia en 43 cv. Ágil gracias al chasis multitubular naranja, que suma en funcionamiento con las suspensiones WP y los frenos con un único disco en cada eje.
Suzuki GSX250R
La más pequeña de este listado de deportivas, la GSX no pierde terreno, sobre todo por el comportamiento y la posición de manejo, que se refleja en una mayor facilidad de maniobra de la máquina. Ideal para el uso diario y de ciudad, sin perder la sangre radical.
Lleva el espíritu de la familia deportiva de Suzuki, y es perfecta para comenzar dentro del segmento. Con un motor bicilíndrico de suave andar, de 248 cc, que genera unos “módicos” 25 cv de potencia, que completa con suspensiones KYB. Otro de los puntos a favor para este modelo es el consumo del propulsor, que se fija en unos 3 litros cada 100 km.
Yamaha YZF-R3
Actualizado especialmente para el mercado 2019, con la estética directamente heredada de la YZR-M1 de MotoGP. La R3 de Yamaha es una pura deportiva con diseño más estilizado y aerodinámico, no tan lineal, que le da su sello propio dentro del segmento.
Con un propulsor de 321 cc de dos cilindros, bastante ligero, que genera un potencia de 42 cv. Puede aprovecharse y exprimirse perfectamente con el uso diario si se quiere, así como es ideal para la diversión. Se completa con la parte ciclo, un chasis tubular de acero, con suspensiones KYB, como la horquilla invertida de 37 mm y el monocross detrás.
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