La joven pareja comenzó hace exactamente 11 años, y según cuenta Romina Ríos Turitich, ni bien conoció a Dido Martínez surgió el amor. También le confesó al medio Crónica (de Paraguay), que “él me enseñó a querer a las motos”, y así fue como ambos se apasionaron por las dos ruedas.
Romina explica que Dido “es motoquero, tiene su moto, tiene su grupo de amantes de las motocicletas. Nuestra decoración de bodas y todo fue al estilo motero. Mi idea era unir esa pasión”. Además contó la razón por la que eligieron casarse ahora “Fue mi primer y único novio. Decidimos esperar que termine mis estudios. Ahora que me recibí y ya puse para mi consultorio, decidimos que era el momento ideal para casarnos”.
La odontóloga dijo que el joven, que trabaja como asesor comercial, “me llevó a conocer y a querer el mundo de las motocicletas”, al tiempo que afirma “antes yo no confiaba tanto en las motocicletas. Vez que siempre se cree en esos dichos de que ‘la moto es peligrosa’ y ese tipo de frases”.
Pero Dido la hizo cambiar de parecer, además dice: “me enseñó a ver este mundo de otra manera: con responsabilidad.” Ahora cuenta orgullosa: “Cuando te subís con alguien que maneja correctamente es diferente todo. Así yo me enamoré de ese espíritu de libertad que te da la motocicleta”.
Sobre su casamiento, emocionada, Romina dijo: “Fue lo mejor que pude haber hecho. Ambos unimos nuestras dos pasiones: el amor y la moto. Fue un momento más que especial llegar así para casarme. La gente quedó sorprendida al verme en la moto. Un amigo de Dido me llevó, fue muy emocionante”. Y adelantó lo que pasará después: “queremos ir en moto a Brasil de luna de miel. Siempre viajamos, pero esta sería la primera vez que haríamos un viaje tan largo juntos”.