La BMW R 18 Transcontinental reinventada como One Eight “C”

Paul Yaffe ha sorprendido gratamente al público al presentar su más reciente creación, una reinterpretación exclusiva de la BMW R 18 Transcontinental. Fusionando la elegancia de los hot rods clásicos con la identidad inconfundible de BMW, este proyecto es un claro ejemplo de la maestría de Yaffe como diseñador.

Yaffe, la leyenda

Desde 1991, Paul Yaffe ha destacado como uno de los diseñadores más destacados en el mundo de las motocicletas personalizadas. Su papel va más allá de ser simplemente un constructor o fabricante; es genuinamente un creador de diseño.

Iniciando con la fundación de American Legend Motorcycle Company, que posteriormente evolucionó a Paul Yaffe’s Bagger Nation, ha cosechado reconocimientos notables, incluyendo tres premios a la “Moto Más Bella del Mundo” en el Oakland Roadster Show, dos galardones como “Constructor del Año” y tres distinciones como “Innovador del Año” de la revista Easyriders. Además, fue incluido en el Salón de la Fama de Sturgis en 2015. Sus motos personalizadas han sido protagonistas en más de 300 artículos de revistas a nivel mundial, y han aparecido en canales televisivos como Discovery, History, entre otros. Sus productos, distribuidos a través de una red de colaboradores en seis países, continúan siendo una fuente de inspiración para toda una generación de personalizadores.

Ahora, Paul Yaffe presenta su última creación: una adaptación única de la BMW R 18 Transcontinental, que hará su debut en el MBE Show en Verona, Italia.

Los pasos previos a la One Eight “C”

Antes de embarcarse en la fase de personalización, Paul Yaffe dedicó tiempo a familiarizarse con la BMW R18 Transcontinental, recorriendo más de 6.000 millas a través de los EEUU. Al iniciar el proceso de transformación, su visión era clara: crear una “bagger” con rueda grande única. Mantener la autenticidad BMW era esencial, pero la creación debía destacarse como algo completamente distinto.

Para lograr esto, encargó una rueda delantera de 26” x 5.5” tallada de un bloque sólido de aluminio de 400 libras, que soporta un neumático delantero artesanal de 180 mm de ancho. La estructura del chasis se extendió e inclinó para albergar la nueva rueda, y se diseñaron soportes especiales para la horquilla delantera para ajustar la medida del avance y mejorar la maniobrabilidad.

Inspirándose en los clásicos Mercury Lead Sled de los años 50, el equipo creó y modificó componentes para la R 18. Se construyó un guardabarros delantero de acero desde cero, y el carenado original fue reconfigurado para acomodar la nueva rueda delantera. Un deflector frontal único se diseñó para conectar el carenado y el tanque de combustible, ocultando estratégicamente el radiador. Se incorporaron los exclusivos Yaffe Monkey Bars para complementar el diseño general.

Manteniendo elementos originales como las tapas de las valijas, cierres y parlantes, se creó un nuevo conjunto de ‘pieles’ para dar a las maletas un perfil completamente renovado mientras se conservaba la ingeniería y funcionalidad de BMW. El guardabarros trasero original se extendió para que coincidiera con las nuevas valijas.

A medida que la construcción avanzaba, Yaffe reubicó las luces traseras originales en paneles hechos a mano, trabajó en una zona para la placa en el guardabarros al estilo clásico de los hot rods y alargó las cubiertas laterales originales para mantener su forma distintiva, creando una armonía visual con las valijas.

Estética Lead Sled

Manteniendo la fidelidad a la estética clásica de Lead Sled, Yaffe priorizó dos elementos fundamentales: la suspensión neumática y los tubos laterales.

Yaffe y su equipo idearon un sistema avanzado de tanque de aire y distribución, junto con un chasis específico debajo de cada lado de las alforjas para albergar elementos cruciales, como los tanques de almacenamiento de aire, un compresor de aire de tamaño considerable y todos los controles, válvulas y solenoides necesarios para el funcionamiento eficiente del sistema.

En cuanto al diseño de los tubos laterales, el equipo se propuso mantener la distintiva “sensación BMW” que caracteriza esta construcción. La retención de los clásicos tubos de escape del motor Boxer era no negociable en la visión de Paul. Se eliminaron los convertidores catalíticos de los tubos de escape para dar lugar a un sistema de bafle perforado de alto flujo y fabricación personalizada. Esta innovación no sólo sustituyó el sistema restrictivo de emisiones, sino que también conservó la contrapresión esencial para un rendimiento óptimo. Para mejorar la experiencia sonora, se implementó un sistema de silenciador de tres pasos fabricado con precisión para lograr la resonancia deseada. El toque final fue un megáfono de boca ancha, que proporciona el sonido clásico y distintivo de los hot rods.

Cambiando el enfoque hacia la estética, Paul buscaba una sensación de hot rod clásico sin gráficos que distrajeran, con el objetivo de resaltar la nueva y elegante postura de la moto. La atención estaba en la simplicidad y el atractivo. “Nos pusimos a trabajar perfeccionando todos los paneles de carrocería fabricados y suavizando todo hasta obtener un acabado como el vidrio”. Tras decidirse por un acabado en negro brillante y reconocer la necesidad de un buen contraste, Paul optó por el rojo sangre para el asiento y otros detalles. El arte reside en encontrar el equilibrio perfecto, ya que, según Yaffe, “¡el truco es no exagerar!” Guys Upholstery se encargó de la creación de este asiento de estilo contemporáneo y la consola del tablero, mientras que el especialista en pintura preparó un color similar para las pinzas de freno delanteras. “¡Creemos que quedó espectacular!”, expresó el customizador.