En 1993, Jonathan Huginski era un estudiante de décimo grado que cumplió su objetivo de comprar una Kawasaki KX125. No pudo disfrutarla ni siquiera un mes, porque sufrió un accidente y se quebró un brazo. Cuando salió del hospital descubrió que su amada motocicleta había sido robada, por lo que hizo la denuncia a la policía. Jamás se imaginó que los oficiales encontrarían el rodado, pero casi 30 años después.
Algo bueno en 2020
Es cierto que este año no ha sido fácil para nadie, pero por lo menos Jonathan recibió una buena noticia. El 30 de abril, la policía de Hartford, Connecticut, lo llamó por teléfono para comunicarle que su KX125 había sido encontrada y podía ir a buscarla.
Según contaron las fuentes oficiales a Fox News, la KX125 había sido confiscada a un hombre que estaba manejando ilegalmente en un parque de Hartford. La Kawasaki quedaría junto a otras motos con un destino incierto. Este año sería desechada, al igual que los demás rodados. Pero al estar en buen estado, la policía debió verificar la base de datos de la Oficina Nacional de Delitos contra el Seguro. En ese momento descubrieron que un tal Jonathan Huginski había presentado una denuncia por el robo de esa unidad.
Cuando se hizo la entrega de la Kawasaki KX125, los medios locales estuvieron presentes, dado lo particular del caso. Jonathan tenía más que presente los recuerdos de su moto, porque fue la primera que compró y estuvo ahorró durante mucho tiempo para poder hacerse con ella. Según sus propias declaraciones perderla fue desgarrador, y pensaba que jamás la recuperaría.
Actualmente Jonathan tiene un taller mecánico de motos y una concesionaria, donde justamente llevará a su querida Kawasaki. Ahí el motociclista comenzará a realizarle todos los arreglos necesarios, para poder volver a usarla, tal como hizo 27 años atrás.