Honda CB1 400 / CB400F (1989-1991): la atrapasueños de los ‘90
Pese a su escasa producción, la Honda CB-1 400, también conocida como CB400F, es una máquina recordada por muchos argentinos. Si bien se veían poco, cuando pasaban se robaban las miradas.
Este modelo llegó al mundo como una actualización de la CB400F que comenzó a fabricarse en 1975 y que tuvo variadas versiones a lo largo de los años. Esta naked de los ‘90 tenía destinado el mercado japonés y el norteamericano, pero terminó por esparcirse por el globo. Las 22.000 unidades que se fabricaron entre 1989 y 1991, se repartieron (además de en EEUU y Japón) en Argentina, Inglaterra, Alemania, Holanda, Rusia, Tailandia, Sudáfrica, Francia, España, Croacia, China, Filipinas, Perú y Chile. Poner todos esos territorios frente a ese reducido número, convierte a la CB-1 400 en una verdadera rareza.
Como es característico en todas las motos de Honda, su motor siempre funcionó como un reloj. Tenía en sus entrañas un cuatro cilindros en línea, de 399cc, que podía rugir como una verdadera bestia. Lo había heredado de la CBR400RR, pero era obviamente modificado, volviéndose más ágil y con más potencia. A las prestaciones mecánicas se les unía un diseño agresivo y muy moderno. Guardaba la apariencia de aquella máquina del 75, por sus líneas limpias, pero tenía un estilo que podrían envidiar varios ejemplares de estos años.
El modelo 89
Nació el 10 de marzo y llegó a producirse unas 10.000 veces, teniendo unidades exclusivas para los mercados de EEUU y Canadá. Para el segundo país se realizaron cambios en el sistema de reducción de gases y en la refrigeración, para cumplir con las normativas vigentes. El clásico color azul la distinguía, con su estética deportiva y porte poderoso. Su motor llegaba a una potencia de 57cv a 11500rpm. Su chasis era innovador para esos años, de acero, tipo tubular y con una alta resistencia.
El modelo 90
Pasa a tener una denominación extra, LM, y el logo CB-1 rayado. Salió al mundo un año y tres días después que su predecesora, es decir, el 13 de marzo de 1990. Su producción fue más reducida, llegando a un número de 8.000 motos fabricadas. Además de azul lució otros colores: negro, verde metalizado, amarillo y rojo. Tenía mejor calidad en el chasis de acero y mejores acabados. Se distinguió también por los muelles de la suspensión delantera y el monoamortiguador trasero, diferentes a los ejemplares del 89.
El modelo 91
La tercera y última versión que tuvo fue el Type II, que comenzó a comercializarse el 18 de abril y tuvo un total de 4000 unidades producidas, la mitad de las que se había hecho el año anterior. Dejó el color azul para pasar a ser negra o verde. Su motor sufrió una leve caída de potencia, para pasar a los 53cv, pero seguía siendo ágil y tenía mejor respuesta que los anteriores. Tuvo cambios estéticos, el logo pasó a ser el clásico de Honda, además se agregaron más detalles en cromado, se cambió el color tanto del chasis como del motor, y se le añadieron unos intermitentes más pequeños. Otros elementos nuevos fueron el asiento, el faro de adelante, el soporte del disco delantero, el basculante y un depósito con 2 litros más.
La desaparición
Algunos dicen que lo que mató a la CB-1 400 fue su relación precio-potencia, aunque a esto se debería agregar que pereció por el mercado difícil con que se topó. Si bien tenía una estética perfecta y buenas prestaciones, los modelos que tenía enfrente eran más elegidos, casi siempre por el costo.
Debido a ese fracaso en ventas es que esta naked se volvió una rareza, más teniendo en cuenta que se fabricó hace casi 30 años. Encontrar una hoy es complicado, verla en perfecto es casi una anormalidad. Las razones de no encontrar una buena en pie, es principalmente por culpa de la escases de repuestos que son necesarios para arreglarla.
Sin embargo, la CB-1 400 no dejará de entrar en los sueños de los moteros que se enamoraron de ella.