Una casa de preparadores japoneses decidió cumplir un reto: hacer que la ZX-25R alcance los 250 km/h. Para lograrlo desarrollaron dos unidades especiales. Conocé más detalles.
La Kawasaki ZX-25R fue bien recibida en el mercado asiático, con su baja cilindrada y su carácter deportivo se ganó los corazones de muchos. También se convirtió en un modelo ideal para prepararse para circuito, como en este caso. La gente de Trick Star creyó que sería un ejemplar digno para ser modificado, llevando al extremo sus prestaciones.
Los preparadores de Trick Star están familiarizados tanto con Kawasaki como con las competencias deportivas; ya que han participado en varios campeonatos con modelos de la fábrica. Además, el líder del equipo es Ryuji Tsuruta, un conocido piloto de Endurance. Por tanto, no resultó demasiado difícil modificar la ZX-25 R, ni probarla en el circuito para sacarle el jugo.
El objetivo del proyecto era poder llevar a la 250 al extremo y que alcance una velocidad de 250 km/h o superior. Pero el reto no era nada fácil, ya que además de conseguir eso, querían que la moto no sea tan difícil de domar, algo muy común con las turbo. Fueron tan minuciosos en su trabajo que terminaron haciendo dos ejemplares distintos, uno más dócil que el otro.
La ZX-25 R tiene como cifra de fábrica una potencia de 52 cv a 15.500 rpm y una velocidad máxima de casi 190 km/h. Una vez colocado el turbocompresor las prestaciones se elevan, según Trick Star la potencia llega a 100 cv a 18.000 rpm, mientras que en la prueba en circuito consiguió alcanzar 250 km/h.
Ambos ejemplares preparados por Trick Star se equipan con este turbo y reciben algunas modificaciones diferentes. El primer ejemplar, de color negro, resultó con prestaciones superiores al modelo de serie, pero su conducción era complicada; según el piloto probador parecí una antigua 125 cc de GP. En la segunda máquina se resuelve el problema para hacerla más dócil, cambiando por ejemplo la relación de compresión, la presión de la sobrealimentación, el diámetro de la turbina, o la dirección de admisión.
Los de Trick Star dejaron todo grabado, con los test previos y la puesta a punto para alcanzar los 250 km/h. El momento decisivo cuando llega a la velocidad máxima es a los 10’20”, pero vale ver todo el proceso y escuchar a la 250 que suena como una deportiva de competición.