En octubre de 1992 se presentó, en el Salón de Milán, el primer ejemplar de Ducati Monster. La Bestia de Borgo Panigale comenzaría a venderse al año siguiente. La historia de la naked más naked de todas.
El nacimiento de la M900
Esa primera desafiante motocicleta era un Concept de 900cc, obviamente con motor bicilíndrico en V. La idea era llamarla M900, pero le quedó Monster por su rara apariencia. Ese diseño tan agresivo, carente de carenado, con manillar plano y faro redondo distintivo, fueron obra de Miguel Ángel Galluzzi, el argentino detrás de la bestia.
Lo cierto es que la firma italiana necesitaba cuanto antes una moto que rompiera el molde. El Grupo Cagiva (dueño de la fábrica en aquellos años) le entregó a Galluzzi la responsabilidad de hacer algo nuevo, que debía ser un éxito. Miguel Ángel les presentó un boceto que había tenido guardado por años. Un ejemplar que tenía un aire extraño, con componentes de fibra de carbono, y completamente “desnuda”, es decir lo más naked posible.
Las cabezas de la marca no parecían muy convencidas al principio, hasta que Massimo Bordi, director de Ducati, le dio el visto bueno. Bordi llegó a decir que la Monster “era la motocicleta que Marlon Brando estaría manejando en la actualidad en la película The Wild One”, haciendo referencia a la mítica película. Finalmente el argentino recibió el apoyo del Grupo Cagiva y se presentó el Concept en el Salón de Milán.
A través del tiempo
El primer lote de Monster, que salió en 1993, tenía el motor V2 Desmo de 900cc, con refrigeración por aire, y una 70cv de potencia; todo esto para llevar los 180 kilos que pesaba. Tenía el carácter de una moto bien del estilo de Ducati, una de las particularidades que más agradaron al público italiano, pero también tenía un precio bastante accesible. Es que aquella primera bestia no tenía componentes hechos exclusivamente, sino que para abaratar la producción se usaron elementos ya existentes en otros modelos de fábrica de Bolonia.
Al estar formada con partes de otras, comenzaron a decir que era algo así como el Frankenstein de Borgo Panigale, por ende era un verdadero “Mostro”. El motor provenía de la Ducati 900 Supersport, así como el chasis, mientras que la horquilla delantera era de la 750 Supersport. Los aspectos básicos eran de una Ducati 888 desnuda, mientras que el cambio en el diseño surgió de la mente de Galluzzi.
Para el ’94 saldría la 600, y también la 400, especialmente pensada para los países donde los impuestos eran mayores según la cilindrada. En 1996 se presentaría la 750, y para 1999 ya tendría modelos especiales como la Monster City de color azul.
En los 2000 Ducati le agregó la inyección de combustible al motor, y en 2001 mostró la S4, con más potente, con refrigeración líquida, con cambios en la frenada, provista con discos semiflotantes y pistones cuádruples de Brembo, y también con la horquilla invertida Showa de 43mm. Al año siguiente tendría una edición especial en honor al cuatro veces campeón de Superbikes con Ducati, Carl “Foggy” Fogarty.
Para 2005 se sumaron las cilindradas 800 y 1000, en ese mismo año las ventas de la Monster representaban la mitad de la producción de la fábrica de Borgo Panigale. Siguieron creando nuevos modelos, como la 696, que fue la primera moto de la firma en vender más de 10.000 unidades en un año (fue en 2009, llegando a la cifra de 12.000). Luego vendrían la 796 (que tuvo su versión especial de Valentino Rossi), la 1100 (que después sería Evo), la 1200… una extensa lista que demuestra que la gran bestia es un verdadero símbolo de la marca italiana.
Actualmente la cantidad de producción de la Monster equivale, aproximadamente a un tercio del total de las motos fabricadas en Ducati. Siendo sin lugar a dudas un éxito de ventas, como se quería al principio. Una naked que siempre lució su desnudez como ninguna.
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