La gran mayoría considera al Unibus el primer scooter de la industria, pero para encontrar el verdadero origen debemos remontarnos a 1902. En ese año comienza la historia de este tipo de motovehículo que se hizo popular recién después de la década del 50.
Los inicios olvidados
En la Francia de principio del siglo XX, más precisamente en la ciudad de Blois, George Gautier ideó una motocicleta que tenía como objetivo emular la comodidad de un vehículo. Así nació la Auto-Fauteuil, o en su traducción “auto butaca”. Era lo que hoy se conoce como scooter, con un motor de dos velocidades y caño de escape con silenciador. Costaba unos 1200 francos, lo que hoy serían aproximadamente 7750 pesos argentinos.
La Auto-Fauteuil tuvo su apogeo en 1910, era principalmente adquirida por médicos, veterinarios, carteros, y más trabajadores rurales que debían transitar cortas distancias. Pero su producción se vio interrumpida en 1914, por la Primer Guerra Mundial. A pesar de ello, se colocó como el primer concepto de scooter de la historia.
En 1919, ABC Skootamota fabricó otro scooter “primitivo”, diseñado por Granville Bradshaw. Se trataba de un vehículo ágil con un motor monocilíndrico de 123 cc, que estaba ubicado sobre la rueda trasera, y funcionaba por cadena. Tuvo un breve éxito, hasta cesar su producción en 1922, no sin antes ser copiado por varios competidores.
Casi cien años después
Sin embargo, para muchos el primer scooter con todas las letras es el creado por la Gloucestershire Aircraft Company en Cheltenham, llamado Unibus. Fue en 1920, se equipaba con un motor de 270 cc, y una imagen muy parecida a los modelos más clásicos del segmento. Aunque sus creadores, traicionando las motos, lo vendían con la publicidad de the car on two wheels” o “el coche de dos ruedas”. Tuvo una vida de tan solo 5 años, con su elevado precio como principal motivo para terminar con su historia. Mientras que una década después nacería en Oakland, California, la Auto Glide, ideada por E. Foster Salsbury.
Pero como sabemos, su época dorada no sería hasta después de 1940. Más precisamente luego de 1945, cuando Enrico Piaggio encargaría a Corradino D’Ascanio la Vespa, y cuando Ferdinando Innocenti junto a Cesare Pallavicino realizasen la Lambretta. Ambos los scooters por excelencia, y los que lograron por fin la fama del concepto de dos ruedas y automóvil unidos.
En nuestro país, Siam sería la encargada de popularizar el modelo, con la Siambretta, construida bajo licencia de Lambretta, entre 1954 y 1967. Luego sería Zanella, en 1970, trabajando asociada a grupo Piaggio, fabricando diversas unidades de ciclomotores.