Si de rankings se trata podríamos hacer cientos, pero esta vez nos enfocamos en una lista bastante particular; obviamente totalmente subjetiva. Algunos modelos de motos quedaron afuera, por dos razones: para que no se haga tan extenso y para que nuestros ojos no sufran tanto, siendo la segunda más importante que la primera.
Acá van las 6 motos más feas de la historia, según nuestro criterio motero. ¿Coincideremos?
6 BMW K1 (1983-1993)
La K1 de la marca alemana es recordada como uno de los mayores fiascos de su historia. Nació para competir con las poderosas japonesas que estaban copando la parada en Europa. BMW decidió golpear el mercado con una moto deportiva de altas prestaciones, pero no fue lo que esperaban.
Su motor había dado un gran salto con respecto a los modelos anteriores de la fábrica, la K1 llegaba a las 100cv de potencia. Gracias a su propulsor alcanzaba una velocidad de 230km/h (por debajo de los 270 de las niponas). Pero la moto parecía abundar en carenado, era pesada, larga y difícil de manejar. Su resultado fue un fracaso en ventas y una desilusión para los germanos.
5 Ossa Urbe (1982-1984)
La lista sigue con otro mal trago en cuanto a ventas se refiere, pero ahora en España. La marca Ossa necesitaba competir con la entrada de motos japonesas en el país ibérico (sí, los japoneses siempre entrar para dominar).
A los fabricantes no se les ocurrió mejor idea que una máquina sencilla y barata, para que cualquiera pueda acceder a comprar un ejemplar. Así nació la Ossa Urbe, con tintes de scooter, tenía un carenado integral, las maletas incorporadas y todo lo que cualquier citadino necesitaba.
El problema era que Ossa siempre fabricaba motos de campo, siendo esa su especialidad. Sin conocimientos en la materia hicieron un trabajo que terminó siendo un mal negocio para la marca, tanto así que solamente se hicieron 500 unidades.
4 Morbidelli 850 V8 (1994)
Este modelo supo ser el más caro del mercado, ya que se llegó a pagar 60.000 dólares por un ejemplar. Algo que nos parece demasiado viendo sus líneas estéticas tan feas. La creación se la debemos a Giancarlo Morbidelli, que quiso aprovechar sus victorias en campeonatos de motociclismo para fabricar sendos modelos de motos.
No solamente juzgamos a la 850 V8 por la cara, porque además de fea, era pesada y muy cara. Lo único bueno que tenía era su motor de 8 cilindros y 32 válvulas, de 848cc. Tenía una potencia de 120cv a 11000 rpm, algo que podría parecer mucho, pero no si hablamos de los 200 kilos que pesaba la moto.
3 Harley Topper (1960-1965)
Si pensabas que todas las Harley son lindas, acá te demostramos que estás totalmente equivocado. Es que con el boom de los scooters, la firma de Wilwaukee no se quiso quedar afuera y fabricó su propio modelo. Estuvo a la venta por cinco años, ganando amantes y detractores.
Al parecer no se preocuparon mucho por el diseño, dejando una monocilíndrica, de dos tiempos y de 165cc. Para algunos es una moto de culto, siendo que existen grupo dedicados únicamente a ella. Pero estamos convencidos de que la razón es porque fue el único scooter que hicieron en H-D. Además de tener muy mala pinta, su motor recalentaba mucho, porque no tenía sistema de refrigeración. Esto motivo a que varios usuarios devolvieran su producto, llenos de descontento.
2 Scootavia Serie 1 (1949-1954)
No, no es un mini tractor, es un scooter francés de los años 50. Llegó a costar 131.000 francos, convirtiéndose en un objeto de lujo para la época. No estaríamos muy seguros de quién pudo pagar tanto por algo tan grotesco, pero sobre gustos no hay nada escrito.
Tenía dos cilindradas distintas, 125cc o 175cc, alcanzaba unos veloces 75km/h (recuerden que hablamos de un scooter). Además de ser trompuda, fue copiona, ya que como hicieron muchos se inspiró en la Vespa para algunas cosas, como el rueda de repuesto que venía de serie.
1 MSS 500 (1957)
¡Llegamos al número uno de nuestra caprichosa lista! Los polacos marcaron la historia con la moto más fea que se pueda ver. Este Frankestein de dos ruedas fue una creación del artista Stanislaw Skura.
Este loco lindo se convirtió en un respetado escultor, pero también fabricó desde tanques hasta bicicletas, y por supuesta esta criaturita llamada MSS-1. La moto la realizó el propio artista en su taller, con ayuda de su padre. Llevaba un motor de avión, se usó para la guerra y hoy algunos modelos descansan en museos de Polonia.
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