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¿Los cascos frutales de BMW son el futuro?

A veces nos topamos con noticias innovadoras, siendo algunas bastante extrañas. Estos cascos biónicos de la firma alemana entran dentro de esos parámetros, sobre todo al ver el “casco pomelo”.

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A veces nos topamos con noticias innovadoras, siendo algunas bastante extrañas. Estos cascos biónicos de la firma alemana entran dentro de esos parámetros, sobre todo al ver el “casco pomelo”.

BMW promete “ropa de protección más ligera, cascos más resistentes, protectores más estables”, todo hecho con materiales naturales. Estos avances son el fruto (irónicamente) del trabajo de la firma en el nuevo proyecto de investigación BISS (Bio-Inspired Safety Systems o Sistemas de Seguridad de Inspiración Biológica). Obviamente está inspirado en la naturaleza, que brindarían un 20% más de protección, aseguran desde Munich.

Esta novedosa “tecnología”, lleva 3 años de desarrollo, y se basan en sistemas que se encuentran en la naturaleza, en organismos como los pomelos, los peces o los cocodrilos. Intentando copiar esos métodos de protección es que BMW realizó esta investigación y obtuvo óptimos resultados.

El casco frutal

Se presentaron varios elementos, entre ellos, un raro casco que simula el pomelo. Obviamente que no se venderá como se ve en la foto, porque sería un suicidio comercial. Hay escasas probabilidades de que un motociclista se compre una cosa así.

En realidad a lo que se apunta con el proyecto BISS, es simular el mecanismo de protección, creado por la naturaleza. Cuando un pomelo (naranja o limón) se cae del árbol, no se dañan las fibras interiores de la fruta. La cáscara funciona como un amortiguador, de igual manera que debe trabajar un casco.

Se analizaron la formación de los tejidos, desde su estructura celular, para ver el mecanismo de protección. A partir de eso se intentó perfeccionar los compuestos de fibra, la orientación de la misma y las estructuras de las capas. Así se probaron diferentes aspectos, tales como “la protección contra choques, la resistencia a la penetración y la amortiguación.”

El resultado superó todas las expectativas esperables, con elementos que terminaron por ser más ligeros, resistentes y estables. Lo que se combina en un 20% más de protección. Además de ser fibras baratas de producir, y amigables con el ambiente.

El proyecto BISS adelanta el futuro, donde los materiales más nobles serán más efectivos. Estos “cascos biónicos” serían la solución perfecta para aumentar la seguridad de los motociclistas. Aunque todavía no sabemos exactamente cuando los elementos biónicos de BMW pasaran a la producción en serie.

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