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Las “Motopiruetas” son el nuevo deporte de Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró como deporte nacional las “Motopiruetas” y subvencionará a quienes lo practiquen de forma profesional.

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El sábado 8 de junio, en un evento en el Poliedro de Caracas, Nicolás Maduro estableció que las “motopiruetas” son el nuevo deporte nacional de Venezuela. Esta noticia dio la vuelta al mundo rápidamente, se tomó a burla en las redes sociales por la curiosidad del caso, pero es mucho más serio de lo que parece. Se trata de una práctica común en el país, que hasta el momento no estaba regulada.

¿Debería ser deporte o no?

El anuncio del gobierno venezolano puede parecer una locura, pero si se logra implementar correctamente puede ser un gran acierto. Las “motopiruetas”, stunt o acrobacias en moto, son comunes en el país bolivariano, se realizan desde hace varios años e incluso existen escuelas para que los niños aprendan a realizar este tipo de prácticas.

Por supuesto, las acrobacias en moto son contradictorias, ya que mayoritariamente se practican en la vía pública, algo que pone en riesgo la vida de los motociclistas y otros actores de tránsito. De hecho, existen normativas que prohíben las “motopiruetas” en varias ciudades y estados de Venezuela; en el estado de Carabobo se llegaron a prohibir los eventos de este tipo, sin importar el lugar (es decir, si era en un sitio cerrado).

Según las palabras de Maduro, además de reconocer esta práctica como un deporte nacional, se crearán “espacios en todos los estados y municipios del país para la práctica de estas acrobacias”. También se comunicó que habrá subvenciones para quienes practiquen este nuevo deporte nacional. Aunque no se anunció cuándo comenzará, ni cómo será la regulación exacta de las “motopiruetas”.

Con esto podemos hablar de dos opciones: Si legislan de forma correcta las normativas para las “motopiruetas”, sería positivo; ya que podrían crear un lugar más seguro para los pilotos que practican acrobacias en moto, además de generar escuelas y reglas para la práctica. Por el contrario, si no lo hacen bien, podrían enfrentar mayores problemas, como una extensión de las prácticas en la vía pública, incluyendo personas que no están preparadas para realizarlo (es decir, sin indumentaria y sin habilidades de manejo).

Sólo el tiempo traerá la respuesta. Mientras tanto, no deja de ser debatible: ¿Es correcto regular una práctica que está tan extendida o es mejor prohibirla en todos los sentidos?

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