Leyendas

MV Agusta: 75 años entre glorias y adversidades

Este año la casa de Varese celebra su 75 aniversario, por ello vamos a repasar su historia y sus tantos modelos icónicos. Comenzó en la industria de los aviones para finalizar fabricando algunas de las motos más bellas del mundo.

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Hay quienes dicen que la máquina de dos ruedas más linda del mercado es la MV Agusta F4, y nosotros no pensamos desmentirlo. Quizá ese icónico modelo sea el que mejor refleja el espíritu de la marca, con armoniosas líneas de diseño y ADN deportivo. Porque si algo caracteriza a la fábrica italiana es el estilo de motocicletas y su presencia en las competencias, donde suma nada menos que 37 campeonatos mundiales.

Los aviones como herencia

En 1923, el Conde Giovanni Agusta fundó la Costruzioni Aeronautiche Giovanni Agusta, una empresa dedicada a los aviones, que se estableció en la industria a base de sus fabricaciones. El aristócrata falleció cuatro años después de la inauguración, dejándole la compañía a su esposa e hijos, Domenico, Vincenzo, Mario y Corrado.

La fábrica logró sobrevivir a la Segunda Guerra, pero una vez terminado el conflicto bélico la continuación de la empresa corría peligro. Por ello, a inicios de 1945, Vincenzo y Domenico comenzaron con su propia marca Meccanica Verghera o MV Agusta, utilizando las bases de la compañía fundada por el Conde Agusta.

MV Agusta MV98

Se les impidió seguir con cualquier proyecto aeronáutico, por lo tanto retomaron una idea de Domenico: construir motocicletas. Para 1945 salió el primer modelo de la fábrica, que se ubicaba en Calsina Costa, en las cercanías del aeropuerto de Malpensa, Italia. Este primer ejemplar se denominó MV98 y se presentó en el clásico Salón de la Moto de Milán.

La MV98 era una moto ligera, sencilla y económica, pero con un cuidado diseño. Se equipaba con un motor monocilíndrico 2T de 98 cc, con tres transfers, transmisión primaria por engranajes, embrague en baño de aceite, caja de dos velocidades y una potencia de 5 cv. Terminó por convertirse en un éxito en ventas y dos años después de su aparición llegó la “versión de lujo”, también estrenada en el EICMA.

Las carreras como base

Doménico Agusta solía decir una frase que luego se hizo famosa dentro del mundo de la competición: “la carrera del domingo vende el lunes”. Es que casi a la par del comienzo de la empresa, MV Agusta también empezó en el Mundial de Motociclismo. Su primer triunfo fue en el GP de Monza, Italia, en 1948, con un ejemplar de 125cc, pilotado por Franco Bertoni.

Su época dorada inició en los 50, cuando se incorporaron al equipo Arturo Magni y Piero Remor, ingenieros de Gilera y dos de los mejores del momento. Con ambos la marca ambicionó liderar todas las categorías del Mundial, y diseñar máquinas con motores tanto de dos como de cuatro tiempos. En 1952 conquistaron el primer título para MV, con Cecil Sandford como piloto.

Domenico Agusta con su equipo de competición.

Enumerar los años de éxitos de MV Agusta merece una nota aparte, ya que cuenta con 37 títulos, siendo Agostini su piloto más ganador. El italiano logró con la marca 13 campeonatos del mundo, 18 títulos del Campeonato Italiano y 10 en las carreras del TT de la Isla de Man. La última victoria fue justamente suya, en 1976, en el mítico circuito de Nürburgring.

La casa de Varese, bajo las órdenes de Domenico, triunfó en el Mundial de Motociclismo hasta la década del 70. Entre sus pilotos se puede contar a Arcisio Artesiani, Carlo Ubbiali, Leslie Graham, Cecil Sandford, Fortunato Libanori, John Surtees, Mike Hailwood, Gianfranco Bonera, Giacomo Agostini y Phil Read.

El final y el nuevo comienzo

El ocaso de la fábrica llegó en los 70’s, y no para menos. Para mediados de la década del 60, la marca empezaba a ver como los japoneses ganaban terreno en el mercado, y a esto se sumó la peor noticia. El 28 de febrero de 1971, Domenico Agusta falleció de un infarto, justamente en su fábrica, donde había puesto todo su empeño y había cumplido su sueño en la industria de las dos ruedas.

En 1980, hundida en deudas y acosada por los acreedores, MV Agusta cerró sus puertas. Aunque, como todos sabemos, ese no es el final de la historia. En 1991 la marca fue adquirida por Cagiva, empresa fundada por Giovanni Castiglioni y luego heredada por Claudio. Recién en 1997 se presentó una nueva máquina, la F4 de cuatro cilindros y 750 cc, denominación aun presente en el catálogo. Pero la F4 no es cualquier máquina, es considerada por mucho la moto con mejor diseño de la historia.

Claudio Castiglioni con una fotografía de su padre Giovanni detrás.

Lamentablemente las crisis económicas volvieron a golpear a la marca en los 90’s, y pese a los esfuerzos de los Castigioni, MV Agusta cesó nuevamente su producción. Curiosamente la empresa fue adquirida por Harley-Davidson, sí, los norteamericanos fueron dueños de la firma italiana.

Sin embargo, Claudio Castiglioni peleó con todas sus fuerzas para recuperar la Meccanica Verghera, algo que logró en 2010. Y otra vez la tragedia tocó las puertas de la fábrica, el italiano falleció prematuramente por culpa del cáncer en 2011, dejando todo en manos de su hijo Giovanni.

Cabe destacar que en este periodo nacieron otras criaturas emblemáticas: la Brutale, una de la naked más radicales y exclusivas del mercado de las dos ruedas; y la deportiva F3. Modelos que sirvieron para crear luego a la Dragster y la Turismo Veloce.

Para 2017, la familia Castiglioni vende MV Agusta al grupo empresario ComStar Invest, de Luxemburgo. Dos años más tarde, Timur Sardanov adquiere la totalidad de la marca y se convierte en el nuevo CEO de la compañía. Ese mismo año, 2019, la compañía celebró el contrato con el gigante chino Loncin, que podría promover nuevos cambios en la firma. Para 20 y 21 de junio de este año, la casa de Varese planea hacer su gran celebración por los 75 años de historia.

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