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Restauró la Siambretta de su padre

Jorge Luis Crespo quiso darle un regalo a su padre y decidió mandar a restaurar la Siambretta que este usaba en su juventud para trabajar. Te contamos su historia.

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Desde 1985 que la Siambretta 125 Standard, modelo 1954, descansaba en el garaje de Jorge Crespo, un carpintero de Cañuelas. La había comprado en la década del 70, para salir a hacer los trabajos y poder llevar todas sus herramientas. Sin embargo, cuando pudo comprarse una camioneta, el scooter quedó en desuso, guardado en un rincón.

Los años pasaron y Jorge Luis, hijo de Jorge, se dio cuenta que esta reliquia familiar se debía una segunda vida; ya que cada vez que volvía a la casa paterna, veía a la máquina más y más deteriorada. Por eso, en 2019 decidió sacarla del garaje y llevarla a un taller para que pudiese ser restaurada. El encargado de hacer el trabajo fue Nicolás Mauro del “Nick’s Custom Garage”, quien la dejó como nueva, para que Jorge pueda volver a usarla.

“De la moto original no quedaba casi nada útil, sólo pudimos salvar el motor, el cuadro, el piso y el baúl. Además del deterioro general, tenía muchísimas piezas faltantes por lo que fue necesario recorrer foros y grupos para obtenerlas. Si no fuera por el valor sentimental, no valía la pena la restauración”, comentó el encargado de restaurar la moto.

“La Siambretta estaba echándose a perder a la intemperie. Se había usado por última vez en 1985”, le contó Crespo a InfoCañuelas en una entrevista: “Se la di a Nicolás sin demasiadas ilusiones, pero me dijo que la iba a dejar como nueva. Y la verdad es que hizo un trabajo extraordinario; encontró todos los repuestos originales. Quedó bellísima y además funciona, de hecho la usé para dar algunas vueltas”.

El trabajo de restauración no fue sencillo, pasó un año hasta que la Siambretta quedó lista. Para completarla debieron pedir piezas a otras provincias, ya que se buscaron repuestos y accesorios originales del modelo del 54. Una vez que estuvo como nueva fue entregada a su dueño, quien la recibió como regalo en la última Navidad. “Cuando le llevé la moto, se le caían las lágrimas”, dijo Jorge Luis, que contó: “En los ´70, luego del cierre de la fábrica TUCASA, mi papá se quedó sin empleo y la Siambretta se convirtió en su vehículo de trabajo. Con el tiempo pudo progresar, comprarse una camioneta y la moto quedó olvidada. Me pareció una lástima que se perdiera”.

Si bien Jorge Luis está radicado en México desde 1994, allí tiene varios proyectos de arquitectura que lleva a cabo. Sin embargo espera volver una vez que se jubile, para poder terminar sus días en Cañuelas, y quizá también usando la Siambretta de su papá.

Fuente: Infocanuelas.com

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