El 14 de octubre de 2017, Alejandra Pérez, Alberto Sala y Otto salieron a un viaje sin fecha de vuelta, pero con final supuesto. Desde que dejaron su ciudad de origen, Azul, los tres han recorrido más de 40 mil kilómetros, varios países de Sudamérica y Centro América. Hace poco tiempo llegaron a su destino previsto, México, y mientras hacía el trayecto iban subiendo en sus redes sociales postales y aventuras de la ruta. Los pueden ver en su Instagram Otto el perro viajero y también en su Facebook Rodando por la vida Argentina – México.
Vida y viajes en pareja
La historia de amor de Alejandra y Alberto arrancó en 2012, cuando se conocieron (casualidad) en un casamiento. Para el primer año de novios ya estaban en la ruta haciendo su primer viaje; en moto, por supuesto, llegaron a Las Cataratas del Iguazú.
Alberto contó que su primer viaje largo lo hizo con ella “un viaje al sur de Argentina alrededor de 5 mil kilómetros, hicimos el norte, fuimos a Las Catarata del Iguazu, después fuimos a Chile, recorrimos casi toda la Argentina”. Así comenzaron a realizar diferentes travesías “llegábamos el domingo a las 10 de la noche a Azul y el lunes íbamos a trabajar en la mañana”, explicó el hombre.
Él era empleado en un concesionario de autos y Alejandra era profesora de Arte, pero tomaron la decisión de cambiar sus vidas, y dedicarse a viajar en moto por el mundo. Como cuenta Alberto “estamos haciendo el viaje por la falta de tiempo, nos faltaba disfrutar, conocer gente, cultura y familias, sin tener fecha de regreso”.
Y llegó Otto
Mucho antes de tomar esa decisión, a la vida de la pareja llegó un tercer integrante, Otto. Lo conocieron en una plaza cercana a su casa, formaba parte de un grupo de perros abandonados, y se acercó a ellos mostrándoles cariño. Después de pasar varias veces por la misma situación, Alejandra quiso adoptarlo y lo llevó con ella. Pero la mascota se reveló y desapareció por un mes, hasta que la mujer lo volvió a ver, “iba caminando por el centro de la ciudad, sentí que me tocaron y cuando me di cuenta era Otto” según contó.
El perro fue bautizado con ese nombre por el personaje de Los Simpson, y ellos explicaron que “en los últimos viajes durante los 15 días lo extrañábamos mucho, entonces planeamos dejar todo y salir a recorrer el mundo sin límite de tiempo, sin apuros, sin agenda y obviamente no podíamos dejar a Otto”.
Organizaron el viaje durante un año, vendieron muebles de la casa, cancelaron las tarjetas y planearon su nueva vida, más austera. Durante el viaje van a hospedajes baratos, a casa de familia, o también acampan; mientras ganan dinero haciendo artesanías. Los tres viajan en una Honda Falcon NX 400, donde Otto tiene su lugar especial “el porta pulgas” como llaman ellos al carro enganchado a la moto.
Atravesaron Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, y Nicaragua. Cuenta que para hacer el cruce por el canal de Panamá tuvieron grandes problemas con Otto, porque no los dejaban pasar, “fueron largos días de tratar de convencerlos y ablandarles el corazón”. Finalmente pudieron seguir, y hoy están en México, pero todavía no tiene fecha planeada de regreso.