Los recorridos en dos ruedas son aventuras inolvidables e incomparables. Hay quien piensa que solamente una moto de alta cilindrada sirve para esos trayectos, pero en países como el nuestro las 125cc se colocan como opciones válidas para los viajes.
Hay un mundo más allá de las maxi trail para salir a las rutas, no hablamos de la BMW R1100 GS o la Honda CRF 1000L Africa Twin. Si no de monturas con motores menores, pero no menos efectivos, como son los modelos de 125 de cilindrada.
Por supuesto, existen pros y contras de llevar una moto pequeña de viaje, así como consejos a tener en cuenta si querés usar una de ellas. Tienen amplias ventajas, al igual que limitaciones a la hora de salir a rutear.
Lo bueno de las chiquitas
El peso: en su mayoría no pesan más de 130 kilos, siendo muy ligeras y maniobrables. Además ante una caída va a ser más fácil levantarla.
La mecánica: las motos de cilindrada chica están hechas para resistir el uso diario, sin necesidad de recurrir a cuidados demasiado especiales. Si bien tiene que hacerse la revisión, los mecanismos son más sencillos, pudiéndose resolver fácilmente cualquier problema con herramientas básicas.
Costos: cuando hablamos de este punto mencionamos dos factores. Primero el precio de la moto, que son obviamente más baratas que las más grandes. Pero también el consumo de combustible, muchas veces es la mitad que un motor de más cilindrada. Así como es más barato el cambio de aceite, los filtros, los neumáticos y más.
La aventura: aclaramos que con grandes máquinas tendremos viajes espectaculares. Pero los logros con una 125 serán más épicos, con mayor dificultad, además de un presupuesto bajo.
Pero lo malo…
Potencia: el poder de un motor monocilíndrico de 125 es como mucho de 15 cv. Lo que impedirá que tengamos mucha velocidad, así como también se nos hará más difícil dependiendo de las rutas. Eso sumando al peso ligero de máquina producirá que debamos tener mayor cuidado a la hora de adelantar otros vehículos.
Equipaje: la carga que pongamos en la moto tendrá que ser acorde al chasis y suspensiones de la misma. Ya que si ponemos mucho peso las prestaciones del motor y la parte ciclo serán menores, sufriendo más que una de mayor cilindrada.
Incomodidad: las comodidades no son compatibles con la 125. Los trayectos los haces más despacio, lo que supo más resistencia y más fatiga por cada kilómetro recorrido. Además que no es normal tener una cúpula que te proteja del viento.
Extras: no vas a tener luces LED, puños calefactables, toma corrientes para cargar dispositivos eléctricos, suspensiones ajustables en función de la carga o terreno, pantalla regulable en altura, y ninguno de los chiches que si tienen las maxi-trails.
Conclusión
Desde Gente de Moto les podemos decir que si quieren salir a la aventura, y tienen una 125, háganlo. Tomen los recaudos necesarios, porque las contras se pueden arreglar o aguantar. ¡Lo importante son el viaje y la moto!
[post_view]
PAUL
19 diciembre, 2018 at 3:02 pm
AMIGOS, si se puede, mis abuelos han ido y vuelto a Córdoba desde Biei en una Legnano de motorcito Demm de 50 cm» y no una vez sino dos, luego lo han hecho en una siam 125 cm3, supongo que debe de haber sido por allá por los años 60 y debo decir que a ellos les debo mi amor por los fierros que han sabido transmitirlo a través de sus fotos y relatos, si se puede!!!