Yamaha envuelto en una polémica por emisión de gases contaminantes

La compañía de motos pasa por uno de los mayores escándalos en Japón, en una situación similar a lo que sucedió con el Dieselgate de Volskwagen, aunque con una diferencia fundamental.

Hace dos años, en 2016, el gobierno nipón descubrió mediante una investigación que Mitsubishi probaba e informaba incorrectamente sobre las emisiones de gases contaminantes y el consumo de combustible de sus vehículos. Un año después, en 2017, se sumaron a Nissan y Subaru, que utilizaron un método parecido. Ahora fue el turno de Mazda y de la división de automóviles de Suzuki, con Yamaha como la única dentro de las motocicletas.

Sin infringir la ley, pero con consecuencias

Según la información brindada por los medios especiales internacionales, la firma de los tres diapasones cumplió con las leyes de Japón. Al igual que las otras compañías automotrices. Pero esta situación manchó de igual manera la reputación de las empresas, ya que faltaron a la confianza del gobierno japonés.

La explicación es que Yamaha, como las demás, realizaron exámenes a sus modelos diferentes a las correctas, usando metodologías distintas. Por ejemplo usando velocidades no correspondientes y periodos de prueba que no era los pedidos por el gobierno nipón.

Para entender por qué es un escándalo, primero hay que entender a la sociedad del país del sol naciente. En Japón faltar al honor y no respetar la confianza son errores que se pagan caros, seas quien seas. En este caso, la compañía le falló al gobierno, aunque no infringió la reglamentación, falseo los datos de sus pruebas.

Quizá en nuestro país no pueda comprenderse del todo, pero en las islas orientales Yamaha perdió mucho prestigio. Por supuesto, viéndose afectado también dentro del mercado, con una caída del 5.3% en el precio de sus acciones en la bolsa Nikkei.

Esto es algo que sin dudas afectará por un periodo a la compañía japonesa, que envió un comunicado de prensa pidiendo disculpas. “Yamaha Motor sinceramente se disculpa con todos los clientes, socios y otras partes interesadas que pueden tener preocupaciones o han tenido inconvenientes como resultado de estos eventos”.

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