Las salidas en moto se disfrutan, tanto solos como en compañía de buenos amigos. Pero para que haya paz siempre es aconsejable establecer algunas reglas, y así no perder la camaradería.
Desde Gente de Moto les traemos algunos puntos a tener en cuenta a la hora de viajar con otros. Nuestra compañera de dos ruedas nos da la libertad para ir dónde queramos, y divertirnos; si vamos en grupo la experiencia puede ser mucho mejor, pero si nos respetamos entre todos.
Estos son los 10 consejos para los motociclistas:
Ir al ritmo más lento. Salir a andar en grupo se trata precisamente de formar un grupo. Dejar a uno atrás puede significar muchas cosas, primero que se va a sentir relegado y apartado, pero además es hasta peligroso. Si ese motociclista quiere alcanzar a los demás va tener que manejar al límite de sus posibilidades, lo que se supone más riesgo de sufrir un accidente.
Cambiar del líder. Ser el primero agota, por eso cada tanto es positivo relevar a la cabeza. Antes de salir prevean cada cuántos kilómetros van a suplantar a quien va adelante. Aunque el líder siempre debe conocer la ruta que de hara.
Señales desde el frente. Es importante crear ciertos códigos, para que la persona que va liderando el grupo pueda avisar de inconvenientes. Como no solamente hay que marcar el camino, también deberemos avisar si hay impedimentos adelante, tales como pozos, desniveles, u objetos.
Cómo nos colocamos. Ni en fila india, ni ocupando toda la ruta. Por supuesto, la moto debe ocupar el mismo espacio que cualquier vehículo. Pero cuando viajamos en grupo es necesario colocarnos de manera que ninguno estorbe al otro. Las motocicletas se colocaran en una especie de zigzag, no en linea recta; porque de esta manera se evitan accidentes y se tiene mejor visibilidad de los compañeros que van por delante o detrás.
No son clases de conducción. Obviamente que de compañero a compañero se pueden traspasar saberes sobre motos, pero eso no implica que estemos preguntando todo el tiempo, ni explicando todo el tiempo. Las salidas en grupo están para disfrutar de la libertad de la ruta. (Ojo, se pueden dar y pedir consejos, pero no abusar de la paciencia del otro).
Sinceridad sobre todo. Tampoco hablamos de sincericidio, pero sí hay un momento incómodo o una persona que no está haciendo bien las cosas veces lo mejor es decir. De frente y hablando se entiende la gente. Sobre todo si esta actitud hace peligrar la seguridad del grupo.
La puntualidad siempre mejor. Es verdad que en todo grupo hay un amigo que llega tarde a todos lados, pero eso puede ser una falta de respeto para algunos. Si se establece la salida a una hora, a nadie le va a gustar esperar de más. 15 minutos y hasta 30, pueden ser tolerables, pero más no.
Integración no forzada. Los grupos casi siempre se conforman, y difícilmente cambian. Es complicado algunas veces meter a alguien en el grupo, como así también ser “el nuevo”. Por eso no hay que tensar las relaciones, y dejar que fluyan. Si un amigo no es bien recibo en un grupo, por algo es. Habrá que charlar y tratar que todos estén de acuerdo en incluir a alguien.
Cuidado con lo que se nuestra. En estos tiempos es normal que la gente comparta en fotos o vídeos todo sobre su vida privada (desde el perro hasta el color de la ropa interior). Pero cuando vamos en grupo es distinto, porque quizá tu compañero no esté feliz de que lo grabes y subas a la red ese vídeo. Por eso es mejor eso de “lo que pasa en el viaje se queda en el viaje.” Sepamos respetar la intimidad.
No a la improvisación. Si se pactaron ciertas cosas no se cambian, a menos que esté de acuerdo todo el grupo. Porque los impulsos pueden llevarnos a buen sitio, como a pasar un mal momento. Además que las decisiones que se tomaron para organizar fuero por algo, no al azar.
Jamás te olvides que al salir en grupo tiene que prevalecer el respeto entre los miembros, la confianza en cada uno, y la camaradería. El honor de pertenecer se gana en cada salida. ¡Buenas rutas!