Especiales
Motos históricas en Argentina
Repasamos emblemas de las dos ruedas que marcaron tanto la industria como el uso de las motos en nuestro país. Ramonot, Velocette, Guzzi, Tehuelche, Puma, Siambretta, Norton, DKW, Gilera y Zanella Zapucai.
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hace 7 añosel
Por
Gente De MotoRAMONOT
En Mendoza nació la primera moto fabricada «en serie» en nuestro país; su padre fue Paul Ramonot, un metalúrgico francés que llegó en 1880. Hacia 1885, huyendo del cólera, se mudó a Palmira, un pintoresco pueblo a 40 kilómetros de la capital mendocina. En ese mismo lugar asentó su taller, donde construía y arreglaba diferentes elementos rurales. A medida que prosperaba y su negocio crecía Ramonot decidió fabricar un motor que luego incorporó a una bicicleta. Junto a sus hijos, Enrique y Alberto, comenzaron a realizar varias de estas máquinas, que funcionaban con correas de cuero y goma en lugar de cadenas.
La idea luego pasó a ser más elaborada. Con el motor ya diseñado, construyeron con tornos el resto de las piezas que se convertirían en la primera moto latinoamericana. El auge de ventas se dio entre 1935 y 1948, mientras que la familia Ramonot trabajaba incansablemente produciendo todas las piezas necesarias, sin necesidad de tener que comprar equipamientos traídos de Europa (lo más normal en la época).
El primer gobierno peronista posó los ojos en el taller del francés, los contactó y les ofreció invertir capital para poner una fábrica. Pero los Ramonot no tenían un ímpetu económico, ellos sólo pensaba en cranear nuevas máquinas. Su concepción era tan diferente a la de otros fabricantes que ellos ni siquiera patentaron su motocicleta.
Hoy esa primera y emblemática moto realizada íntegramente en Argentina se encuentra expuesta en el Museo Luis Paludet, en Mendoza capital.
VELOCETTE
Veloce Ltd se fundó en Birmingham, Reino Unido, y sentó las bases de una empresa familiar. En su mejor época supo competir con BSA, Norton y Triumph. Su sello particular lo daban los diseños armónicos y muy atractivos, además de la innovación tecnológica que suponían sus invenciones en la época.
Golpeó la puerta del mercado argentino en la década del 40, las Velocette eran sinónimo de motos accesibles y se veían cientos recorriendo las calles de las diferentes ciudades de nuestro país. Pero no era su precio nada más lo que llamaba a comprarlas, su diseño era de un estilo muy a la italiana, como marcaban los cánones de moda de aquel tiempo en Argentina.
Por estos años, aún se mantienen algunos modelos de la fábrica en suelo argentino, una de las mejores conservadas está en manos de Lisandro Benzi, fundador del Museo de Motos y Bicicletas, allí mismo en La Cumbre, Córdoba, se encuentra ese ejemplar de Velocette.
GUZZI
Esta compañía tuvo su auge también en los años 40, cuando las motos Guzzi gozaban de tener la mejor autonomía de época, gastando 2 litros de combustible cada 100 kilómetros, aproximadamente. Además los modelos eran tan fáciles de reparar, como de manejar. Su característico motor bicilíndrico en V era suave y llegaba a los 50km por hora.
Las versiones más vendidas en nuestro país fueron la Motoleggera (65cc), la Galletto (tanto la 160cc, como la 175cc), la Astore y la Airone (250cc). Llevaban por sello el color rojo y un estilo tan mediterráneo que terminó de conquistar el corazón argentino.
TEHUELCHE
La historia de la Tehuelche fue breve, pero intensa, se comercializó entre 1957 y 1964, la idearon Giovanni Rafaldi y Roberto Fattorini. Totalmente made in Argentina, su nombre hacía honor a la tribu nativa patagónica; por el término “chewel che” (o tehuelche), de la lengua mapuche chewel, traducido como “gente bravía”.
Esta producción nacional llevaba un motor de cuatro tiempos, con árbol de levas a la cabeza, que en un principio era de 250cc, pero para abaratar costos se bajó a 75cc. Era una moto con diseño rústico y sólo para entendidos en mecánica. Llegó a ganar el Campeonato Sudamericano en tres cilindradas compitiendo con marcas europeas que tenía el mote de ser las mejores. Una vez cerrada la fábrica los creadores se dedicaron a motores de competición.
En total se fabricaron aproximadamente cinco mil ejemplares, aún sobreviven unos doscientos. Alrededor de 50 motos todavía están en condiciones como para funcionar.
PUMA
Puma es quizá la moto de producción nacional más reconocida, nacida bajo el famoso plan quinquenal de Juan Domingo Perón se jactaba de su diseño y mecánica, sin embargo tenía un parecido demasiado aproximado a la Gõricke y llevaba un motor Sachs de 98cc. El nombre bien podría referirse al animal, pero también se cree que es un acrónimo de “Primera Unidad Motriz Argentina”.
Con la ayuda del segundo gobierno peronista la fábrica comenzó el desarrollo de sus modelos en 1952, y pronto se convirtió en todo un emblema nacional. La primera Puma funcionaba con dos velocidades, tenía palanca de cambio y arranque con pedales duales. Se produjeron 10mil ejemplares de esta moto con un diseño minimalista, quizá demasiado sencillo, pero tenían muy bajo costo, ideal para los trabajadores. La segunda versión tuvo más empuje, llegando a las 56mil unidades, traía amortiguación mejorada, botón de apagado, velocímetro y una coqueta luz. La tercera generación no llegó a terminarse, el proyecto se cayó y no salió al mercado. La cuarta llegó a las 36mil unidades, nació en 1959, tuvo un radical cambio en el diseño y su aspecto era mucho más atractivo que las anteriores.
La Puma fue sin dudas uno de los íconos de nacionales, que sirvió de base para producir otros modelos similares. El lazo que unió a la marca con la clase obrera y el peronismo fueron dos características que hicieron que Puma quedara grabada a fuego en la historia de industria automotriz argentina.
SIAMBRETTA
La Lambretta nació en la década del 50 cuando SIAM se unió con Ferdinando Innocenti, el plan era construir una moto sencilla, económica y resistente, pero sobre todo para competir con la Vespa. Como pasó con otros productos importados el nombre sufrió un cambio y en nuestro país se comercializó como Siambretta. Las primeras 75 unidades de este revolucionario scooter que llegaron fueron entregadas a jóvenes peronistas, y hasta Juan Domingo Perón se mostró manejando uno. Luego fueron adoptados por la clase media, donde causaron gran furor. Los ejemplares se fabricaron entre 1954 y 1968, con sus motores de 125cc y 4,8cv de potencia, que llegaban a 75km por hora como velocidad máxima.
Ese fanatismo por la Siambretta aún sigue indemne en el corazón argentino, esto es debido a los numerosos clubes de coleccionistas que todavía conservan modelos originales. Es común ver a los integrantes concentrarse en determinados puntos para sus reuniones o bien verlos solos paseando por las calles.
NORTON
Entre la década del 20 y la 30, las Norton fueron el objeto de lujo con el que se daban el gusto quienes podían hacerlas entrar al país. Pero sin dudas hubo un modelo que marcó la historia, no sólo argentina sino también internacional. “La Poderosa II”, era el nombre que llevaba con orgullo la moto de Alberto Granado.
Grando y su amigo Ernesto “Che” Guevara recorrieron Latinoamérica sobre esa Norton. Ese modelo fue fabricado entre 1931 y 1936, llevaba un motor de un cilindro, de 490cc, con cuatro velocidades y 29cv de potencia. Alcanzaba los 150km por hora, pero su chasis era demasiado rígido como para circular por caminos rurales.
DKW
Dampf-Kraft-Wagen, mejor conocida como DKW, fue una fábrica alemana que se encargó de producir tanto autos como motos, antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Los modelos que más repercusión tuvieron en Argentina fueron la RT 125 (año 1960) y la DKW 150 (1965).
Fueron hechas en nuestro país gracias a la compañía de Ernesto Bessone (padre del famoso corredor de TC), quien también se encargó de introducir el modelo en Latinoamérica. Debido a que se fabricaban en Argentina, la gente tuvo mayor acceso y pronto las calles se llenaron de DKW.
La RT 125 fue la base para construir miles de diseños a lo largo del tiempo, ya que después de la guerra los derechos de los planos fueron cedidos a BSA (Reino Unido), MMZ (Unión Soviética) y Harley-Davidson (Estados Unidos). El modelo llegó hasta la década del 90, cuando surgieron ejemplares muy similares en Europa del Este.
GILERA
La compañía Gilera nació en Ancore, Italia en 1909, llegó a su punto de auge después de la Segunda Guerra Mundial, cuando reino en los campeonatos internacionales, pero al poco tiempo debió reducir costos y se retiró de las competiciones deportivas. Por esos años desembarcó en nuestro país.
El modelo más popular de la fábrica italiana es, sin lugar a dudas, la Gilera Sport, que se produjo en Argentina entre 1954 y 1962. Llevaba un motor monocilíndrico de cuatro tiempos, con válvulas a la cabeza, un cómodo asiento y una autonomía de 500km aproximadamente. Se hicieron cuatro modelos distintos.
Caló muy hondo en el corazón de los argentinos, una de las razones fue porque se fabrican en tierras argentinas. No tenía ni la mejor tecnología, ni grandes prestaciones, pero su estética y su mecánica simple, enamoraron a más de uno. Tanto es así que cuenta con algunos clubes de fanáticos.
ZANELLA SAPUCAI
Caseros fue el lugar de nacimiento de la fábrica de los hermanos Zanella, Juan y Santiago, que dieron el puntapié inicial en 1948. Uno de los modelos más emblemáticos de la marca es sin dudas la Sapucai 15.5, que se produjo por dos años (entre 1975 y 1977).
La Sapucai marca la historia de la industria, era una moto con motor monocilíndrico de dos tiempos, 125cc y aletas de refrigeración. El cuadro doble cuna y la suspensión eran detalles mecánicos que se utilizan actualmente; además llevaba un tanque de combustible de fibra de vidrio. Tuvo una hermana estilo cross, la Surumpio 18.5, que tuvo el mismo buen recibimiento del público. Otra más de la familia fue la Andina, que también tuvo su gloria.
Eran productos reconocidos por sus prestaciones, su precio y su durabilidad. Algunos modelos todavía circulan con pequeñas modificaciones. Además el nombre sigue siendo utilizado por la fábrica.