Autoclásica explotó en el fin de semana largo

Según la organización, más de 48 mil personas asistieron al evento de vehículos clásicos más grande de Sudamérica, donde el barrio de las motos tiene cada vez más presencia.

El viernes comenzó la decimoctava edición de Autoclásica, en el Hipódromo de San Isidro. El evento es reconocido por ser el mayor festival de motos y automóviles clásicos de Sudamérica. Este año contó con la participación de más de mil vehículos clásicos e históricos, todos con más de 30 años de antigüedad, con piezas originales y en funcionamiento. Casi 50 mil asistentes pudieron apreciar los modelos exhibidos, que fueron separados por categorías, en diferentes sectores del predio.

Los especiales de dos ruedas

Cada año se van sumando más marcas y ejemplares de motocicletas a Autoclásica, donde ellas tienen su barrio propio, en una zona privilegiada. Pero también lograron colarse en carpas mixtas, donde se mezclaron con los antiguos automóviles. Tal fue el caso de la Carpa Especial “Leyendas Mundiales”, o en el sector con “Best of Show. Autoclásica 20 años”.

Celebrando la primera edición de Auclásica, se rindió homenaje a todos los ganadores de todos los años en que se realizó la muestra (que tuvo tres años de ausencia en 2001, 2002 y 2003). Allí se colocaron 5 autos y 5 motos, elegidos entre los galardonados en los diferentes 18 eventos.

Mientras que entre las “Leyendas Mundiales”, se exhibieron seis ejemplares, tres de ellas ganadoras de un título mundial de motociclismo. Se encontraban la Ducati D16 GP7 (2007) campeona de MotoGP, de Casey Stoner; la Honda NSR500 (1997) del campeonato de 500cc, de Mick Doohan; y la Honda NSR500 (1987) también de 500cc, de Wayne Gardner.

En la misma carpa se presentó la motocicleta que luego sería galardonada como “Best of Show 2018”, junto a la Ferrari 340/375 MM, del año 1953. El mejor vehículo de dos ruedas del Autoclásica 2018, fue una muy especial MV Agusta 500 FOUR de 1957. Este ejemplar con cuatro cilindros logró el campeonato del mundo a los mandos del británico John Surtees, único piloto en ganar un título en la Fórmula 1 y en el Mundial de Motociclismo. Además fue elegida como la mejor deportiva, y como dato particular, fue restaurada por el propio Surtees en la década del 90.

También hubo otras ganadoras en el evento: una Gilera 200 Extra 1966 de 200 cc, fabricada en la planta modelo de Carlos Spegazzini, resultó la mejor en la categoría Producción Nacional; y una PUMA 98 1960 Segunda Serie de 98 cc en segundo lugar; una Harley-Davidson 45 TWIN 1947, original de 2 cilindros y 745cc, con accesorios originales adquiridos e instalados en el día de su compra, fue primer lugar en la categoría Posguerra Americana; y el segundo puesto una Indian 500, moto salida de fábrica originalmente para uso militar.

Se lució como la moto más veterana de la muestra una Peugeot V Twin 1906 de 350cc. Así como se pudieron apreciar muchos otros modelos en el Barrio de las Motos, de marcas tan variadas como AJS, BMW, HRD, Douglas, Gilera, Ducati, Honda, Kawasaki, Yamaha, Zanella, Puma, Siambretta, Triumph. Se hizo notar la presencia de la Harley-Davidson, con su stand especial donde también presentó nuevos modelos de la fábrica norteamericana. Así mismo otras firmas, como Royal Enfield, Norton y Morgan, decidieron llevar sus más nuevas máquinas.

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