El segundo Custom Rumble de Ducati se puso en marcha a principios de año, y los participantes ya están dando que hablar. Hoy posamos nuestros ojos en la Aellambler, un ejemplar racing a puro dorado.
En su primera edición, el concurso de preparaciones de la casa de Boloña tuvo bastante resonancia, por esto se abrieron las puertas en esta ocasión. En la competencia pasada solamente pudieron presentarse distribuidores oficiales de la firma italiana, pero ahora se amplió el espectro a cualquier taller que quiera mostrar una de sus criaturas.
Obviamente que como requisito corresponde llevar una Scrambler personalizada, como la Ducati en honor a Jorge Lorenzo que mencionamos hace unos días. Hay diversas categorías, desde una para casas oficiales hasta otra para preparadores menores de 25 años. Entre tantas propuestas que se ven expuestas en la web para que el público vote (hay tiempo hasta marzo), algunos ejemplares llaman mucho la atención, en especial si lucen un exótico carenado dorado.
El oro japonés
Masaharues un artesano nipón que se dedica a transformar motos con su taller Aella, en el país del sol naciente. Para presentarse en el concurso de Ducati decidió hacer un trabajo que llamará la atención, que impactará desde la estética. Por ello resolvió diseñar un ejemplar más que extravagante, empleando técnicas 3D para realizar un carenado con oro, que resalte por sobre todo.
Sin dudas es el elemento más destacado del conjunto, la carrocería fue hecha a máquina, pero las láminas de oro las colocó encima el propio customizador a mano. Según su explicación la técnica, poniendo las hojas arrugadas, es para representar las artesanías de Japón, especialmente las de Kioto. Pero eso no fue lo único en lo que se ocuparon, también hay otras piezas fabricadas artesanalmente y llevan el sello de la casa, como el caño de escape que tiene grabado “Aella”.
Además de cuidar el look estilo deportivo vintage, los japoneses tocaron la mecánica de moto, mejorando de la original las suspensiones, los frenos, y el chasis liviano. Como detalle sobresaliente, hubo un cambio más que importante a nivel motor. Masaharu decidió sustituir la inyección electrónica del L-twin, por un par de carburadores FCR de 39 mm, que completaron con las tomas de admisiones a medida.
La Aellambler se califica sin dudas como las más exótica de todas las preparaciones del concurso (sean independientes u oficiales). Más de uno podría decir que quizá demasiado extravagante, hasta la tildarían de fea. Pero tiene líneas prolijas, que denotan el estilo perfeccionista japonés. Aunque vale aclarar que no podríamos llevarla por las calles, porque carece de luminarias y no pasaría una verificación técnica.