Ariel “Chino” Garcé de futbolista profesional a ‘técnico’ de MotoGP
Los que saben de fútbol seguro se acuerdan del Chino Garcé, que formó parte del plantel de la selección argentina durante el Mundial de Sudáfrica en 2010. Alejado del mundo de la pelota ahora dedica tiempo a su otra pasión, las motos.
Nunca ocultó su gusto por las dos ruedas, incluso llevó el 46 durante su etapa en Colón de Santa Fe, en honor a Valentino Rossi. Pero nadie iba a imaginar que Ariel “Chino” Garcé podría estar en el paddock del Gran Premio de Argentina como un inspector técnico. Resulta que sí, la vida da muchas vueltas y el futbolista pasó de ser compañero de Lionel Messi en la selección argentina a fiscalizar neumáticos en la máxima categoría del Mundial de Motociclismo.
El tandilense debutó como futbolista profesional en 1999, en River, y tuvo su momento más importante en 2010, cuando Diego Maradona lo llamó para formar parte de la nómina de seleccionados al Mundial de Fútbol en Sudáfrica. Jugó a la pelota durante 15 años, y se retiró para formar parte del cuerpo técnico de Eduardo ‘Chacho’ Coudet en Rosario Central.
Esa vida dedicada al fútbol pasó a la historia, después de que Garcé se haya alejado de las canchas para acercarse a las pistas de carreras. Dentro de un nuevo mundo, que no se mueve alrededor de una pelota, sino de dos ruedas, el Chino exploró otra faceta.
“Ahora soy técnico, pero del MotoGP”, le dijo el ex futbolista bromeando sobre su rol dentro del Gran Premio de nuestro país. La explicación de cómo llegó no es tan compleja, y se debe a que siempre fue muy apasionado por el motociclismo, incluso cosechó varias amistades. Una de ellas lo llevó a desempeñar esta tarea, fue Hernán Villacreces.
El piloto rosarino fue campeón de Supermotard y ahora corre en el Certamen Argentino de Motociclismo (CAM). Pero Hernán también fue técnico durante la carrera de MotoGP de 2018, así que para este año convenció a su amigo para que se sume a la experiencia.
Entre sus tareas a realizar se encuentran verificar cubiertas, chasis, motor, transponder, o medir la temperatura del combustible, entre otras cosas. Antes de que comience el GP, Garcé le contó a Infobae sobre el trabajo a realizar: “Siempre venía a ver, me gustan las motos, con mis amigos vamos a andar. En el 2015 estuve un par de veces, pero el lugar que ocupo ahora no existe. No hay entrada posible ni plata que lo pague. Al margen de eso, de estar en un lugar privilegiado, tengo un trabajo que hacer: verificar algunas cosas que ya están chequeadas anteriormente, es simplemente supervisar. Pero después está la experiencia de vivir esto, yo nunca había visto a los pilotos de cerca y ahora estamos al lado, verificamos sus motos, vemos cómo se preparan para la carrera, escuchamos comentarios y estamos en este ambiente. Tenemos restricciones, obvio, no podemos ir a la pista a mirar, pero podemos colaborar con ellos y vivir una nueva experiencia. Estoy muy contento”.
En una comparación muy interesante, Garcé comenta: “Hay una parte similar entre el fútbol y las motos, eso de liberar los miedos antes de salir a competir. Todos los deportistas pasamos por eso, hasta Messi. Vos podés decir ‘¿qué miedo pueden tener Márquez y Valentino?’, pero ellos también buscan confianza y tratan de apoyarse en algo antes de largar, aunque este es un deporte individual, al margen de que tengan un equipo atrás, el piloto sale solo a la pista. A un piloto le podés decir ‘acá es cuarta, acá el frenaje es este’ pero después lo hace él. Por más que el equipo te hable por radio, si tenés un error nadie te salva. En el fútbol tenés el apoyo de otros 10 jugadores, en la cancha te da un cachetazo un compañero y te acomoda, y si vos perdés lo tenés al otro que te puede salvar”.