Atravesó todo México en moto para ver a su madre enferma
Durante un mes recorrió varios estados de México, yendo desde Cancún hasta Ciudad Juárez, todo en una moto de baja cilindrada y con la esperanza de ver a su mamá.
Durante un mes recorrió varios estados de México, yendo desde Cancún hasta Ciudad Juárez, todo en una moto de baja cilindrada y con la esperanza de ver a su mamá.
Armando Alvarado tenía planeado un viaje en moto, pero no había pensado hasta dónde, cómo, ni cuándo lo haría. Todo eso cambió cuando se enteró de que su madre sería intervenida quirúrgicamente. La salud de la mujer se había deteriorado de tal forma que debían extirparle uno de los riñones.
Como buen hijo no lo dudó ni un segundo, saldría desde Cancún (donde estaba instalado), hasta su natal Ciudad Juárez. En ese periplo que muchos veían imposible, Armando conoció mucha gente que lo ayudó y le demostró que todo se puede.
Difícil si, imposible no
Armando solía recorrer 30 kilómetros desde su casa hasta su trabajo en el Aeropuerto Internacional de Cancún. Esto lo llevó a pensar que no era tan complejo hacer un viaje largo, “me di cuenta de que al recorrer 60 kilómetros diarios no sería tan difícil irme hasta Juárez, porque si juntaba esos recorridos fácilmente ya hubiera ido y venido varias veces.”
Pero escuchó muchas voces en contra de hacer la travesía: “Días antes de que saliera, cuando algunos amigos ya sabían que atravesaría el país en mi moto, me alertaron de muchas cosas, que me iban a ‘bajar’ en la carretera, me dijeron que mejor me suicidara, que era demasiado arriesgado, que tuviera cuidado con los huachicoleros* y con toda la gente mala. Pero yo siempre les dije que iba a encontrar en mi camino a pura gente de buen corazón”.
Armando no se equivocó, se topó con muchas personas que lo ayudaron y lo alentaron. Fue acompañado a través de WhatsApp por nuevos amigos de grupos bikers (que es como se denominan a los fans de las motos en México), una vez que llegó a Veracruz. Así fue como “en cada ciudad me recibían en la carretera y también cuando me iba me despedían, algunas veces en caravana.” Gracias a esta unión de los motociclistas, “nunca me faltó comida ni cama y ahí fue cuando me percaté de que no me había equivocado, que era más la gente buena que la mala.”
También tuvo problemas con la policía, pero por prejuicios de los mismos. Un agente lo paró y no le creyó que hacía su viaje en una moto de 100 cc. Armando contó: “me dijo que creía que yo llevaba un kilo de cocaína entre mis cosas, que cómo era posible que en esa moto fuera hasta Juárez desde Cancún.”
Pero lo dejaron ir una vez que vieron su celular repleto de mensajes de motociclistas de todo el país, hasta le aconsejaron de que zonas alejarse, para no correr peligro. Tan solo 50 kilómetros después se encontró con oficiales de la Ministerial (otra fuerza armada de México), que se comunicaron con federal, “ya sabían y hasta se emocionaron cuando pasé junto a ellos.”
Desde Cancún pasó por Quintana Roo, Veracruz, Tabasco, Zacatecas, Aguascalientes, Ciudad de México, Durango, Coahuila, Chihuahua, entre muchos otros lugares. Haciendo un viaje de un mes, para llegar a cuidar a su madre que tenía que recuperarse de su enfermedad. Ahora Armando se acomoda a su nueva vida en Ciudad Juárez, donde se instaló, aunque no destacar hacer el viaje de vuelta.
*Huachicoleros son personas que dedican a la actividad ilegal de robo y venta de combustible (gasolina o diésel) y bebidas alcohólicas adulteradas.