Dos años atrás Claudio Domenicalli, CEO de Ducati, le comentaba a la prensa que la firma italiana estaba trabajando en una motocicleta eléctrica: “El futuro es eléctrico, no estamos lejos de comenzar la producción en serie”. No se conocieron demasiados detalles del proyecto, ni cómo avanzaba.
Semanas atrás, Herbert Diess, CEO del Grupo Volkswagen (al que pertenece Ducati), declaró que la marca de Bologna tenía planeados algunos lanzamientos, entre ellos una eléctrica, una 125 cc, y una 500 cc. Esto señalaba evidentemente el nuevo camino que toma la fábrica, para ampliar su público y conseguir más clientes en diferentes segmentos del mercado de las dos ruedas.
Sin embargo, hubo una declaración cruzada de Francesca Milicia, vicepresidenta de ventas globales de la empresa; la directiva aseguró que no habrá ningún modelo eléctrico: “¿Produciremos pronto una Ducati eléctrica? No. Una motocicleta eléctrica no puede garantizar el placer, la autonomía, el peso, y las prestaciones de las máquinas que producimos ahora y que esperan los clientes de Ducati”.
Además, Milicia confirmó que la marca está trabajando en combustibles sintéticos como alternativa para nuevos modelos que no funcionarían con nafta. Este proyecto no solamente se desarrolla en Ducati, ya que se ha planteado como una solución para otras marcas del Grupo VW, por ejemplo, Porsche. Según la vicepresidenta este tipo de combustible “podría dar resultados a mediano plazo”.
Aunque Milicia también destacó que están “pensando y trabajando en la electrificación, porque somos parte de un grupo que avanza rápidamente en esa dirección y es una buena oportunidad para Ducati”. Por tanto, no estaría desechando completamente la creación de un vehículo eléctrico, pero este no sería el final del camino para encontrar una solución a la contaminación del transporte.
Más allá de que las opciones eléctricas crecen y los usuarios están dispuestos a comprar este tipo de unidades, los problemas parecen no solucionarse. Desde el comienzo del uso de los vehículos eléctricos se han planteado los mismo puntos negativos, autonomía, tiempo de recarga, infraestructura para cargar, el coste de la unidad. Sin embargo, la industria automotriz continúa a paso firme un lento camino hacia la electrificación, y Ducati no debería perderse en otro rumbo.
¿Habrá una Ducati eléctrica o nos quedaremos con las ganas?