Un preparador estadounidense tomó la idea de un diseño turco y se decidió a arma la BMW Alpha K75 para atravesar el salar de Bonneville. Aprovechando la aerodinámica del ejemplar, para probar cuan veloz podía ser en la realidad.
Un preparador estadounidense tomó la idea de un diseño turco y se decidió a arma la BMW Alpha K75 para atravesar el salar de Bonneville. Aprovechando la aerodinámica del ejemplar, para probar cuan veloz podía ser en la realidad.
Las transformaciones de motos hoy en día son lo más común del mundo, la vemos casi por todos lados y podemos apreciar grandes creación también por fotos. Muchas veces son simples bocetos que no se han armado todavía. Esto le pasó a Mark Atkinson, un amante de la velocidad que se topó con un diseño del turco Mehmet Doruk Erdem. El norteamericano se quedó fascinado con las líneas estéticas tipo streamliner, que piensan más en la aerodinámica que en cualquier otro aspecto.
Un tiburón blanco de tierra
Este tiburón no sabe nadar, pero que sí que sabe ir a los límites de la velocidad sobre la tierra. Porque fue hecho por Atkinson especialmente para competir en el salar de Bonneville, Utah, en la Speed Week. Pero el hombre no estuvo solo, es que ni bien vio la BMW se conectó con el creador turco, y entre ambos hicieron posible el sueño.
Internet mediante, los dos se pasan información e ideas, todo en pro de avanzar sobre el proyecto. Fue así que llegaron a buen puerto, armando la Alpha con base en una BMW K75 de la década del 80. El motor que montaron fue un tricilíndrico de 740cc, con 75cv de potencia, donado por ese mismo ejemplar. Algo poco común para Atkinson, que suele construir de cero los corazones de sus máquinas. Pero gracias a esto pudo poner el foco en las otras partes de la moto.
El chasis fue lo más complejo del trabajo, llevando muchas horas diarias de fabricación, se realizó todo centrándose en el motor, con una dirección central de pequeños cilindros hidráulicos. Como resultado la Alpha tiene un ángulo de giro casi nulo, necesario para surcar el mítico salar. Por otra parte, el carenado completo se hizo en fibra de carbono y basalto, que además le da el toque final a la obra.
Para Mehmet estos animales son una fuente de inspiración, bastante recurrente en sus diseños. Las similitudes con esta especie se notan no solamente en la fisonomía, sino también en el frente de la moto. Allí se ven las “branquias”, como si fuese de verdad un tiburón. Además la parte trasera aparenta ser la cola de la bestia, y el piloto cumpliría el rol del cuerpo.