Marc Márquez se convirtió en sextacampeón este fin de semana en Valencia, sin necesidad de ganar la carrera. Cómo fue esta temporada tan competitiva donde el piloto de Honda logró coronarse como el mejor.
Marc Márquez se convirtió en sextacampeón este fin de semana en Valencia, sin necesidad de ganar la carrera. Cómo fue esta temporada tan competitiva, donde el piloto de Honda logró coronarse como el mejor.
El año 2017 de MotoGP no comenzó con la fecha de Qatar y la victoria de Maverick Viñales, si no con los test de pretemporada. En ese momento la moto de Márquez no era todo lo ideal que él necesitaba, además Yamaha se mostraba como el fuerte rival a vencer. El joven de Cervera veía esas pruebas y trabajaba con sus ingenieros para dar vuelta la situación, casi como adivinando que nada sería lo mismo con el pasar de los meses.
Consiguió dar vuelta el rumbo cuando supo gestionar, no ponerse nervioso, pero sobre todo buscar mucho más. Quizá haya sido uno de los pilotos con más caídas en el año contando carrera, clasificación y entrenamientos. Pero es que sabía que buscando los límites de la pista el viernes o el sábado, estaría seguro donde empujar más y retrasar la frenada para sacar provecho.
La adversidad
Al empezar oficialmente con el calendario de competencias parecía que Viñales arrasaría con todos y se haría con el título en su año debut en la casa de los tres diapasones. Mientras que el 93 sufría, diciendo según sus propias palabras “a principio de temporada tenía una moto que me costaba mucho y ya dije que no disfrutaba”.
Cuarto y fuera de podio en la primera cita, 0 puntos en la siguientes, victoria en la cuarta. Es que Austin es uno de esos donde La hormiga se siente más cómodo. Segundo puesto en Jerez, frente a su público, pero en Francia volvió a caerse y a marcar otro 0. En Mugello finalizó sexto y supo que necesita mejorar cuanto antes, tanto él como su moto. Podio otra vez en casa, en Cataluña, aparece el cambio de chip a “modo campeón”. Tercero en Holanda, y triunfo en Alemania antes de las vacaciones de mitad de año.
La transformación
Una vez de nuevo en los circuitos todo cambió, “En la segunda mitad de temporada hemos encontrado un compromiso que hacía que en muchos circuitos fuera la mejor moto y en otros no, sufría más, pero sufriendo acababa en el podio y es lo que ha hecho la diferencia” declaró el flamante sexacampeón. Que también jugó diciendo que del invierno en adelante “me pondría un 10, porque he estado en todas las carreras en el podio, menos en Malasia, sobreponiéndome al problema del motor, pero esta segunda parte ha sido perfecta”
Claro, porque ganó en Brno (República Checa). Tuvo final épico en Austria, con la victoria de Andrea Dovizioso en un mano a mano con Márquez, que no agachó la cabeza y tuvo hambre de volver al triunfo. Pero Inglaterra le jugó una mala pasada, primera rotura de motor Honda después de años.
La recuperación llegaría en Misano, alzándose en lo más alto en territorio hostil para un español. Anotó otro primer lugar en Aragón. En Japón debió ver como su mayor oponente, Dovizioso, se llevaba los 25 puntos. Australia le fue más ventajosa, siendo líder de nuevo, y terminó la gira asiática como cuarto, dejando el suspenso para Valencia.
El final de infarto
El último gran premio del año, en casa, resultaba una prueba que lo tenía como el ganador “casi” indiscutido. Porque el piloto de Ducati, necesitaba de un milagro para ser campeón, y estuvo a punto de verlo, cuando Márquez tuvo la salvada del siglo en la curva 1. La casi caída puso nerviosos a todos, incluido Dovi que terminó en el piso. Finalmente el tercer puesto le aseguró la gloria.
Contó su salida de pista de esta forma: “He tenido miedo, respeto porque Zarco entrara en la curva, y lo que más miedo tenía era que cayeran dos pilotos y yo fuera uno, porque allí sí que Dovizioso ganaba muchas posiciones de golpe. He frenado más tarde y a partir de ahí ha venido el error. Cuando se me ha ido de delante, no quería soltar la moto, digo: ‘Me quedo con ella y ya veremos si paramos en la gravilla, en el muro…’, pero era donde tenía que arriesgar. He visto que iba de delante, pero de atrás se mantenía, y ahí he puesto el codo. Las cuatro ruedas como digo yo: el codo, rodilla, las dos ruedas de la moto. Una vez la he levantado, había pasado lo mejor y venía la gravilla. Cuando he salido de ahí he dicho ‘vale, quedamos quintos y ya está’.”
Así jugando al límite como siempre, Marc Márquez logró su sexta corona en el Mundial de Motociclismo (contando la de 125cc, la de Moto2 y las cuatro de MotoGP). Esta máquina de ganar, que tuvo su peor resultado en la tabla general en 2015 (¡tercero!), es el más joven en obtener esta cantidad de título, con apenas 24 años. Es quien más poles tiene, ya se subió al podio 100 veces, tiene más de 60 victorias, y corrió 169 carreras.