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El servicio de moto-ambulancias que podría funcionar en Buenos Aires

El inventor de estos vehículos de asistencia, Eli Beer, estuvo en Buenos Aires, participando de un encuentro de emprendedores. En una charla con los medios, el israelí contó parte su historia, y de su idea de mejorar el mundo.

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Durante las jornadas de Experiencia Endeavor en la ciudad de Buenos Aires, Eli Beer presentó su organización United Hatzalah. Esta agrupación sin fines de lucro no es más que la red de servicios médicos de urgencia más grande de Israel. Busca asistir a las personas con diversos medios, por eso pone en las calles vehículos como la ambucycle o moto-ambulancia.

La historia detrás de la máquina

Según cuenta Eli Beer, cuando apenas tenía 16 años ideó ambucycle, y revolucionó para siempre el sistema de emergencias de Jerusalén. Desde los inicios las motocicletas fueron conducidas por voluntarios, algo que se mantiene en el tiempo. Mientras que los vehículos fueron evolucionando, a medida que se le añadieron diferentes tecnologías, como la geolocalización que utilizan actualmente, para llegar más rápido al lugar donde se necesita asistencia.

United Hatzalah nació oficialmente en 2006, y ha crecido hasta sumar 6.000 voluntarios. Su margen de espera promedio es de 90 segundos en áreas metropolitanas, y de 3 minutos en el resto de Israel. Pero Beer se sincera diciendo que “comencé por error, no fue planeado”.

El emprendedor comentó que la historia da comienzo cuando trabaja en el servicio de ambulancias, a los 15 años. Fue voluntario antes de hacer el servicio militar obligatorio, algo que muchos jóvenes israelíes hacen. Comenta: “Me lo tomaba muy en serio y comencé a llevar un registro de cuánto tiempo se tardaba en llegar a una emergencia. El promedio era de 17 minutos, de los cuales dos minutos llevaba tomar los datos del lugar y de lo que había pasado y otros dos minutos en que el equipo suba a la ambulancia. La gente con emergencias reales no sobrevivía”.

El momento clave para Beer fue un hecho que nunca pudo olvidar, cuando un niño se atragantó con un pedazo de carne, y ellos no pudieron llegar a tiempo para salvarlo. “Llegamos 21 minutos tarde. Era un chico saludable que había tenido un día hermoso en la escuela y en un segundo se ahogó y no lo pudimos ayudar. Fue el peor día de mi vida”. Pero no fue solamente eso, sino que a metros de la casa del nene, había un médico, que no estaba al tanto de la situación y podría haber salvado la vida del chico.

Allí fue cuando Beer se dio cuenta que necesitaban de un servicio de emergencias más eficiente, con un pensamiento claro en la cabeza: “Son las personas las que salvan vidas, no las ambulancias”. Con el tiempo formó un pequeño grupo de 15 personas, para comenzar con el proyecto.

El cambio pudo lograrlo recién cuando incorporó las motos-ambulancias, que son motocicletas equipadas con todo el kit de emergencias, incluyendo desfibriladores. Pero además contaban con un sistema de geolocalización, parecido al que utiliza Uber. Es decir, se contactan con el voluntario que se encuentre más cerca del lugar, para que asista a las personas. Se pueden contactar con el servicio de emergencias desde un número telefónico o también desde una aplicación en el celular.

Beer cuenta con orgullo que hoy tiene 6.000 voluntarios capacitados, y que “es un sistema disruptivo en el mundo para el sistema médico de emergencias. Cambiamos ambulancias por motos, que no son confortables pero llegan más rápido, y luego una tecnología con 250 algoritmos para calcular la persona correcta para atender a la emergencia correcta. Se sumaron miles de personas, judíos, cristianos, musulmanes, abrimos las puertas a todos. También a los palestinos que se nos unen porque viven en el Este de Jerusalén”.

Ahora buscan expandirse a otros países, empezando por ciudades específicas, y una de ellas sería Buenos Aires. Según aseguró Beer: “Hay mucha gente en la Argentina interesada en hacer esto en gran escala. Los argentinos son muy similares a la gente de Israel, hay muchos emprendedores y mucha gente joven que quiere cambiar las cosas. Esto puede funcionará acá, donde ya pude comprobar lo tremendo que es el tránsito de Buenos Aires”.

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