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El viaje en una 125 cc de un argentino y una española

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Julia y Gonzalo son dos viajeros que realizan la emocionante aventura de viajar desde Madrid, España, hasta la ciudad de Ulan Bator, en Mongolia, ambos en una Honda CBF 125.

Se conocieron en Tailandia, cuando los dos estaban de viaje, y 10 meses después partían juntos para hacer un nuevo recorrido. Según contaron, apenas se conocían al momento de hacer el plan de unir España y Mongolia, pero decidieron trabajar en conjunto. Julia no tenía permiso para conducir motos, tampoco Gonzalo, pero él si tenía licencia para manejar autos, lo que en permite también usar motocicletas de baja cilindrada. Tampoco tenían vehículo, así que tuvieron que salir a comprar uno ni bien el argentino llegó a Madrid, eligieron una Honda CBF 125.

La elección

¿Por qué optaron por esa moto? Según explica Julia “debería ser de buena marca, no podíamos arriesgar a tener infinidad de problemas por ahorrar unos euros. Por lo tanto nos decantamos por dos marcas, por su robustez y facilidad de conseguir recambios: Honda y Yamaha.” Inclinaron la balanza para la firma del ala simplemente porque: “La primera moto que fuimos a ver fue una Honda CBF125 negra, con 25.000 km en su cuentakilómetros y que parecía en buen estado. Vimos alguna más pero no nos convencieron mucho. Ante la falta de otras opciones decentes nos decidimos por ella.”

Alguna vez analizamos los pros y contras de viajar en una 125 cc, algo que Julia y Gonzalo vivieron en carne propia. El primer problema que tuvieron fue encontrar maletas para su CBF, porque como no es usual que se hagan largos recorridos con este modelo, nadie fabricaba maleteros especiales para ella. Fue entonces cuando el argentino tuvo la idea de emular artesanalmente unos soportes que había visto en Vietnam. Este cambio y la revisión de costumbre al vehículo fueron suficientes para arrancar con el viaje.

El viaje

Partieron de España con la idea de hacer 150 kilómetros diarios, para no perderse de visitar cada lugar. Salieron en la primavera europea, y todavía no llegaron a destino, pero están cerca. Según el plan el recorrido lo tendrían que hacer en aproximadamente 6 meses, así es que en septiembre deberían pisar Mongolia.

En su aventura ya pasaron por Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Albania, Turquía, Georgia, Armenia, Irán, entre otros. Haciendo de paso la famosa Ruta de la Seda, que comenzaron en Estambul.

El primer problema lo sufrieron antes de salir de España, cuando se rompió el velocímetro. Pero teniendo en cuenta que es una 125 con mucho peso, no les resultó difícil seguir su viaje sin el dispositivo.

En Italia arreglaron el caballete de hierro que habían colocado en la Honda, es que se había torcido hacia adelante y la moto se volcaba cuando estaba estacionada. Siguieron su ruta, siempre alejados de las autopistas, como explica Julia “en busca de las carreteras secundarias. Más lentas y sinuosas. Quizá más auténticas, donde te cruzas con pueblos que salpican el paisaje y te recuerdan que existe la vida, y que continúa.”

La Honda CBF125 no volvió a dar mayores problemas hasta que llegaron a Irán, cuando el calor hizo que fallase la inyección electrónica. Por las temperaturas se rompió la bomba de combustible, y no podían encontrar un recambio porque ese modelo no se vende en Irán. Por suerte para ellos, un habilidoso mecánico pudo adaptar una bomba de Volkswagen a la moto y continuaron el camino.

Durante todo su recorrido se cruzaron con muchas personas asombradas, nadie espera que se haga un viaje tan largo con una moto de cilindrada tan chica. Muchos motoviajeros que se encontraron por el camino los hicieron sentir acompañados, pese a la diferencia de su 125 con las 1200 con las que iban otros. Por ejemplo, Gezgin, un turco fanático de las dos ruedas, los hospedo en su casa, emocionado por la rareza que suponía hacer tamaña distancia con esa Honda.

Actualmente Julia y Gonzalo están todavía en Irán, en la famosa ciudad de Persépolis. Les faltan casi 7 mil kilómetros de desiertos y arenas para llegar a su destino, Ulan Bator, capital de Mongolia. Pero no hay dudas que ambos llegarán a cumplir la aventura de viajar cruzar Europa y Asia en una moto de 125 cc.

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1 Comment

  1. Carlos Bertone

    9 agosto, 2018 at 1:46 pm

    Impresionante aventura. Que vivan los soñadores!!!

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