Leyendas

Hildebrand & Wolfmüller, la primera moto de serie, se vendió por 195.500 euros

Una Hildebrand & Wolfmüller modelo 1894 se subastó a principios de mes, es uno de los ejemplares más antiguos de la denominada “primera motocicleta fabricada en serie”.

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Hace nada hablamos de una Harley-Davidson que no pudo venderse porque ofertaron muy poco, y ahora hablamos de una moto clásica que se vendió por casi 200 mil euros. Este ejemplar en cuestión no es cualquiera, se trata de la primera motocicleta fabricada y comercializada en serie, la Hildebrand & Wolfmüller.

La casa de subastas Bonhams puso en venta una Hildebrand & Wolfmüller fabricada en 1894, el número de chasis es 619 y el número de motor 69, por lo que sería el ejemplar más antiguo de este modelo. Por esta motocicleta se pagaron nada menos que 195.500 euros, ya que es extraño que una unidad así salga a la venta.

Quedan pocas, la mayoría permanecen en colecciones privadas y otras se exhiben en museos, como el Deutsches Zweirad-Museum en Alemania, el Museo Henry Ford en Detroit, el Museo de Ciencias de Londres o el Museo Barber en Alabama. 

Un poco de historia…

Heinrich y Wilhelm Hildebrand y Alois Wolfmüller se dedicaban a la construcción de maquinarias de vapor; el 20 de enero de 1894 patentaron su “motorrad” (motocicleta en  alemán). Así nació la primera motocicleta fabricada y vendida en serie; se calcula que se construyeron unas 2000 unidades.

La Hildebrand & Wolfmüller tiene un motor bicilíndrico 4T de 1489 cc, que genera una potencia de 2.5 cv a 240 rpm, su velocidad máxima es de 45 km/h. Son cifras que ahora no asombran, pero en su época fue revolucionaria; además tenía refrigeración líquida, con un radiador en el guardabarros trasero.

“La práctica de las locomotoras de vapor fue recordada aún más por las largas bielas que unían directamente los pistones a la rueda trasera, que abrían y cerraban las válvulas de escape mecánicas a través de varillas de empuje accionadas por una leva en el cubo. Este último contenía un engranaje de reducción epicicloidal y no había volante de cigüeñal, la rueda trasera de disco sólido cumplía ese propósito. Las bandas de goma ayudaron a los pistones en la carrera de retorno”, explican en la publicación de Bonhams.

“El combustible se alimentaba desde el tanque a un carburador de superficie y desde allí a través de válvulas de entrada atmosférica a los cilindros donde se encendía mediante un tubo caliente de platino, desarrollado por Daimler . El guardabarros trasero en forma de caja actuaba como depósito para el agua de refrigeración del motor, mientras que uno de los tubos del bastidor servía como depósito de aceite. Los neumáticos, fabricados bajo licencia de Dunlop por Veith en Alemania, fueron los primeros de la variedad neumática jamás instalados en una motocicleta”, completa la descripción la casa de subastas.

Se vendió en Alemania y también en Francia, bajo la marca Duncan y Superbie con La Petrolette como sobrenombre. Se fabricaron miles de ejemplares, su alto precio y sus problemas de arranque volvieron al modelo un fracaso comercial. Sin embargo, hoy las unidades que quedaron son reliquias, pedazos de historia del mundo de las motocicletas.

Fuente: Soymotero.net

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