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Homenaje para Nelly Iglesias y un monolito para recordarla

La abuela motociclista más famosa de nuestro país fue homenajeada con una multitudinaria caravana de motos, que concluyó en un monolito en su nombre, que se ubica en la vieja ruta 5.

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En mayo de este año toda la comunidad de las dos ruedas de Argentina se conmocionó con la noticia de la partida de Nelly Iglesias, la abuela motoquera o motoviajera. Para muchos de los motociclistas del país Nelly era un verdadero ejemplo de superación, y para las mujeres era una pionera en el mundo de las motos y los autos, ya que fue la primera mujer en nuestro país en obtener la licencia de conducir.

Con la pandemia de Covid-19 atravesando la vida cotidiana, el homenaje a Nelly debió esperar. Pero por fin, el 20 de diciembre, tuvo una merecida caravana en su honor, organizada por el Grupo Motociclista Solidario y asociaciones afines. El recorrido comenzó en Panamericana y Ruta 197, aunque muchos otros motociclistas se unieron en el camino, para conformar un multitudinario grupo (unas 2.500 motos). La caravana finalizó en el monumento a Norberto Pappo Napolitano, en la ciudad de Luján.

La ciudad no fue elegida al azar, ya que tal como explicaron desde la organización, la abuela motoquera era devota de la Virgen de Luján. Específicamente en la Ruta 5, kilómetro 71, se erigió el monolito en homenaje a Nelly Iglesias, muy cerca del que recuerda a Pappo. El homenaje a Nelly lleva la silueta de una moto, su nombre, una placa con la inscripción “11-10-1928 / 20-5-2020”, y la otra que dice “Motor alma y sangre”, título de la canción que La Renga escribió para la motociclista. Junto al monolito se colocaron unos carteles negros, para que puedan pegar calcos o demás recuerdos en honor a la abuela. Además el lugar será un descanso para los viajeros en moto.

“Esto lo hicimos con todo respeto. Sabemos lo que era Pappo, pero la abuela fue la primera motociclista. Se merecía un homenaje en vida, lo teníamos planeado pero no pudimos llegar hacerlo. La idea es poner bancos, mesas, árboles, iluminación, tachos de basura y qué mejor que Pappo y la abuela juntos en un lugar lindo que le sirva al barrio”, destacó el presidente del Grupo Motociclista Solidario.

Mientras que el presidente de Kawaclub declaró: “Salió una caravana como Nelly se lo merecía. Sin incidentes, sin molestar a nadie, la verdad fue una maravilla. Nelly fue una identificación del motociclismo. Nelly se juntó con nosotros y vio lo que había. Gracias a Nelly, mucha gente fuera de nuestro movimiento puedo entender que había algo más que un grupo de chicos malos como nos miran desde afuera. Nelly fue una mensajera de que esto es mucho más que unas camperas de cuero”.

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