Fundada en Tokio en 1949 y desarrollada fuertemente a partir de 1962, Kawasaki se transformó a través de décadas en uno de los fabricantes de motos más innovadores e importantes del mundo. Y de su famosa rivalidad con Honda terminó saliendo a la luz un modelo que fue absolutamente rupturista y que hoy en día sigue vigente por el uso que aquél invento causó en el mundo del motocicilismo.
Parados en 1978, la Historia cuenta que Kawasaki estaba con sus ingenieros más brillantes a punto de sacar un nuevo modelo, de gran cilindrada, que apuntaba a romper todos los standares vigentes y causar un gran revuelo. Pasmados por el efecto sorpresa, con frustración vieron que Honda lo había hecho primero: una nueva CB750 fue presentada como la nueva maravilla del mundo de las dos ruedas, una belleza de cuatro cilindros con magníficas prestaciones, un diseño futurista y cambios radicales respecto a lo que la industria estaba fabricando en serie. Había que aceptar la derrota, volver a los talleres y empezar un nuevo proyecto.
Recibida inicialmente con algo de escepticismo, en 1980 Kawasaki lanzó su Z1000G Classic Fuel Injection, presentando a su nuevo producto como algo absolutamente revolucionario. Y vaya si lo era: el primer modelo de motocicleta a inyección de la Historia, adelantándose y opacando a Honda con un invento tan insospechado como adelantado a su época. Trabajado en conjunto con Bosch Industries y en base al sistema de alimentación electrónica que usaban los autos Datsun en Japón, Kawasaki mejoraba su ya conocida Z1000LTD con este motor poderoso y moderno a la vez, que dotaba al piloto de una suavidad en la respuesta que jamás se había experimentado, a la par de una notable mejora en el consumo y una evolución en lo que se refería a la emisión de gases en motores urbanos.
Hoy en día los motores a inyección son algo tan común como los frenos a disco, pero en algún momento este avance tecnológico supuso una revolución industrial en el mundo de las motocicletas que marcó un cambio de época, un antes y después. Y en esa contienda, en esa carrera por lograr el mejor producto y la prestación más innovadora, a puro orgullo Kawasaki venció a Honda de forma inapelable. A la vuelta de una derrota, fue con el nombre de Z1000G Classic Fuel Injection que este caballo de metal inició una nueva era. Y nada volvió a ser igual.
Ficha Técnica
– Motor: 1015cc, cuatro cilindros
– Velocidad máxima: 210 kms/hora
– Potencia: 97cv
– Transmisión: 5 velocidades
– Frenos: doble disco delantero, un disco trasero
– Suspensión: horquillas telescópicas adelante, dos amortiguadores traseros
– Capacidad combustible: 19 litros