Desde que Rodrigo Duterte es el presidente de Filipinas, la lucha contra el contrabando en país se puso más dura que nunca. Ahora transcendió otro vídeo donde se ve como destruyen motos y autos de lujo ilegales.
Desde que Rodrigo Duterte es el presidente de Filipinas, la lucha contra el contrabando en país se puso más dura que nunca. Ahora transcendió otro vídeo donde se ve como destruyen motos y autos de lujo ilegales.
Quizá recuerden que a principios de junio les mostramos trágicas imágenes de un centenar de Vespas que morían debajo de una aplanadora. Además de tener un público especial, que miraba como eran destruidas por completo y aplaudía el hecho. Eso mismo pasó de nuevo, pero no con unidades de la firma italiana de scooters, sino con otros modelos, y varios autos.
En esta ocasión los 76 vehículos ejecutados son 68 coches de lujo, más 8 motocicletas. Las marcas de cuatro ruedas son Lamborghini, Porsche, Jaguar, BMW y Mercedes Benz, entre otras. Mientras que los ejemplares de dos ruedas son de la firma de Milwaukee, es decir Harley-Davidson.
Por supuesto que no es ensañamiento con la industria vehicular ni mucho menos, es por el contrabando que abunda en Filipinas. El mismo presidente, Rodrigo Duterte, presencia cada uno de los actos, después de este último show dijo “Antes de que un lugar pueda realmente desarrollarse o ser viable para hacer negocios, es necesario establecer primero la ley y el orden.” Dejando en claro así contra quiénes está peleando.
La polémica no pasa por la mano dura implementada por el mandatario, en realidad es la manera en que se lleva a cabo. Varias cámaras graban lo que sucede, y varios fotógrafos documentan el antes, durante y después. Todo esto para hacerse público, y distribuirse por medios de comunicación, y también por redes sociales, por ejemplo en Twitter.
En cada oportunidad unos buldócers (las aplanadoras) pasan por arriba los vehículos de lujos, que entran ilegalmente al país. El lote de este vídeo está valuado en 5,6 millones de dólares, ingresó por Port Irene sin cumplir con las reglamentaciones necesarias.
Lo curioso es que Duterte manda a destruir estos ejemplares, pero es un declarado fanático de las motos, por eso ha declarado que también le duele ver escenas como estas: