Las campañas de concientización para que las personas no tomen alcohol antes de manejar se cuenta de a cientos; sin embargo los casos de conductores ebrios también son cientos, así como los accidentes que provocan.
Algunos luego de beber alcohol prefieren esquivar los controles de alcoholemia que se realizan en las calles de todo el país. Mientras que otros tienen “métodos” para evitar que el control de niveles de alcohol de positivo. Suelen pasarse de boca en boca, entre amigos o familiares, y no son más que mitos.
Algunas de las absurdas cosas que se recomiendan son:
– Hacer ejercicio y sudar para rebajar el alcohol.
– Masticar chicles, o comer caramelos mentolados u otras hierbas.
– Tomar caramelos u otros productos con azúcar.
– Masticar granos de café.
– Tomar aceite.
– Fumar de forma abundante.
– Consumir cocaína.
– Usar algún spray bucal.
– Beber mucha agua después de tomar alcohol.
– Comer clara de huevo.
– Tomar café.
– Comer limones.
– Tomar bebidas energéticas.
Todos estos métodos son completamente absurdos y no sirven para bajar los niveles de alcohol en sangre. Lo único que se puede hacer es esperar un largo tiempo antes de conducir, después de haber tomado poco alcohol. Es decir, si tomamos más de dos cervezas, por más que salgamos a correr 5km el control de alcoholemia va a ser positivo igual.
Niveles en Argentina
Esta claro que la alcoholemia es el volumen de alcohol que hay en sangre, y se mide en gramos de alcohol por cada litro de sangre, es decir g/l; así como su equivalente en aire espirado. En la ciudad de Buenos Aires el nivel de tolerancia en conductores de autos es de 0.5 g/l y para los motociclistas es 0.2 g/l; aunque para principiantes y profesionales la tolerancia se reduce a 0. Para tener en cuenta, los acompañantes en la moto también son sometido a la prueba y no deben dar más de 0,5 g/l.
Dos copas y media de vino o dos chops de cerveza equivalen pueden hacer llegar al máximo de tolerancia de 0,5 g/l. Principalmente porque no solo la cantidad de alcohol tiene que ver con el nivel, este cambia según la edad, el peso, la contextura, y demás. Por ejemplo los mayores de 65 y los menores de 18 años tienen menos tolerancia a las bebidas alcohólicas. Así como una persona muy delgada tendrá una tasa más alta que otro más robusto, incluso habiendo tomado lo mismo.
La clase de bebida también tiene implicancia ya que como mencionamos, no es lo mismo; las bebidas fermentadas (vino, cerveza,sidra, champán, vermú) tardan más en absorberse que las destiladas (whisky, vodka, tequila y demás). Infiere casi tanto como la cantidad de vasos y el porcentaje de alcohol que tiene cada bebida (se puede leer en las etiquetas de las botellas o latas).
Si el estómago está vacío el alcohol que pasa a la sangre es mayor, así como pasa de forma más rápida, porque es lo único que se está digiriendo. Además habrá que ver la velocidad con que se toma, porque mientras más rápido se ingiere más rápida será su absorción. Por eso es recomendable beber pausadamente e intercalar con agua u otras bebida sin alcohol.
Por último, la hora del día influye en la absorción de alcohol, como sucede al comer. La eliminación del alcohol será menor en la noche, por lo tanto si te emborrachas y te vas a dormir, podrías dar positivo en un control al día siguiente. Así que dormir algunas horas tampoco ayuda a bajar los niveles en sangre.
Pero recordá que lo mejor siempre es: si tomás, no manejes.