Hace solamente cuatro años que Pablo Zunino anda en moto, pero como todos sabemos, una vez que nace esta pasión, nunca termina y siempre crece. Así es que este hombre de 70 años recién cumplidos ya tiene amigos motoqueros, y también realizó viajes en dos ruedas.
En 2018 recorrió su primera travesía, de dos semanas, que lo llevó hasta Bolivia, donde fue y volvió solo. De esa experiencia recuerda una comida que compartió con residentes de las Salinas Grandes: “Eran de una cooperativa de pueblos originarios y sentí que compartía su cosmovisión, estoy preparado para esa interrelación, esos encuentros son también otro motivo de mis viajes”.
Hacia el sur
Antes que nada, Pablo le colocó como nombre a su viaje que terminará en Ushuaia, “Conociendo a Spinoza”, por el filósofo holandés Baruch Spinoza. Según explicó este docente jubilado, que enseñaba Ciencias Políticas en la secundaria, para el pensador holandés todo lo que rodea al humano está en Dios: “Es en esa naturaleza que voy a buscar, en las montañas que quiero recorrer, viento, ripio, lugares que jamás transité, en un vehículo vulnerable como es la moto, pero confío en mis fuerzas”.
Al ser consultado de porqué escogió ir hacia la Patagonia, Zunino respondió que cuando viajó en avión sintió la necesidad de hacer por sus propio medios ese mismo camino “en ese mismo momento quería estar abajo, recorriéndolo, por eso lo elegí”. Entonces preparó su Honda 250, su indumentaria, valijas, GPS, así como carpa, colchoneta y bolsa de dormir, “porque si se rompe la moto en medio de la soledad, necesitaré un refugio”.
Contó al diario La Capital que “Esto surge por una necesidad de saber cómo estoy, psicológicamente, físicamente, si puedo resolver los desafíos que se presentan y también es un viaje hacia adentro, el que se hace al interior de las personas, para saber cómo estoy y cómo puedo resolver mis cuestiones más elementales”. Aunque para hacer el itinerario consultó al grupo de motociclistas Kamikazes de la Ruta, que cuentan con más experiencia y pudieron orientarlo. Así decidió que irá por la ruta 3 a la ida y por la ruta 40 a la vuelta.
La familia de Pablo
No es la primera vez que Zunino hace alguna “locura”, ya que es un hombre que gusta de practicar windsurf, velerito, kayak, canoa, y más en el Río Paraná. Según él es porque quiere “que mis nietos se acuerden de mi como ese viejo loco, atrevido y aventurero que supo ser”.
También le gusta el arte, ha pintado cuadros de los lugares que visitó, y siempre los muestra orgulloso. Mientras que agrega “andar en moto es como estar atajando en un arco, hay que estar siempre atento porque, o te ponés la moto de sombrero o te hacen un tanto”. Y explicó parte de su plan para el viaje “me voy a ir quedando en lugares, donde vea algún sitio que me encante, haré un alto”, además se contactó con varias personas a través de redes sociales que están “ansiosos por conocerme”.