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Pennzoil, una radial Honda CB750 por Vibrazioni Art Design

Los italianos de Vibrazioni lograron hacer una verdadera maravilla con base en una CB750, con puros metales viejos destinados a ser chatarra. A la obra de arte la bautizaron en honor a los barriles de aceite usados para la carrocería.

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Al ver esta creación no estamos seguros como catalogarla, parece una moto salida de algún universo post-apocalíptico de una película de ciencia ficción, podríamos decir algo así como Mad Max. Pero no hablamos de una Kawasaki, que sería lo menos original, sino de una customización de la mítica Honda CB750. Pero su historia es mucho más que solamente un raro ejemplar.

Los proyectos de Vibrazioni Art Design

Alberto Dassasso y RiccardoZanobini son dos amigos italianos que se unieron para reciclar barriles viejos de aceite. Su estudio de diseño, con base en Rávena, Italia, no solamente se dedica a realizar motocicletas. En realidad la idea comenzó con muebles, por lo que tienen un extenso catálogo de sillas, sillones, y demás. Todo siempre fabricado con barriles, que si no fuese por este tipo de transformaciones serían en la basura.

El objetivo es producir piezas únicas, ya que al usar un barril en una silla, no quedará igual a otra que se hará con otro barril. Lo mismo que con las motos, cuando comenzaron a personalizarlas, terminaron con trabajos como esta genial Pennzoil. Los logos y el tipo de metal les dan un toque gastado, que bien podría ser anti-estético, pero gracias a la mano de estos herreros queda perfecto.

La transformación de la CB750

Esta fantástica obra de arte cuenta con dos marcas diferentes de aceite industrial, uno americano, Pennzoil, y otro suizo, Panolin. Después de vestir la Honda con el traje de estas dos firmas los italianos tomaron la decisión de bautizar la criatura como la empresa texana, ya que su nombre se ve reflejado en el cuerpo de la máquina, mientras que el europeo solamente se ve en parte.

El moldeado del carenado hecho con las piezas desgastadas por el paso de los años, es un trabajo único. Donde la línea de diseño se une a lo descolorido de los barriles, teniendo una terminación a mano magnifica, tan radical como exquisita. Por supuesto es un acabado irrepetible, que ninguna otra pieza podría tener, de allí el alto valor que se puede llegar a pagar por la Pennzoil.

Traen otros elementos diferentes a la original, además del perfecto carenado. Se modificó al filtro de aire cónico, que sobresale por uno de los laterales, y por ello se adaptaron los carburadores, para que encajen. Las suspensiones son a nuevo, siendo ahora ambas ajustables. Se optó por un semimanillar más deportivo, y con la misma premisa se reconfiguró el caño de escape, que luce por abajo del motor y encima de la rueda.

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