Hace más de tres décadas, Ek Chalermphol se enamoró de las motos y del motocross, todo después de comprarse una Honda XR600R. Hasta inauguró su propio local especializado, Dirtshop Thailand, en Bangkok, donde descansa su antigua motocicleta, que ya no usa.
Mirando en redes, Ek se topó con un trabajo de Andrew Greenland que lo sorprendió, era una XL600R con estilo dakariano. Le gustó tanto que decidió construir una igual o parecida, aunque no se atrevió a tocar su amada XR600R, “así que empecé a buscar a mi alrededor para encontrar una motocicleta y piezas”.
Consiguió una XR600R modelo 96 y se puso a trabajar junto a su amigo Wichan Phikulthong. No siguieron el diseño al pie de la letra, principalmente porque una es una XL y la otra una XR, pero ambas motos lucen parecidas, con los mismos detalles de estilo. El color elegido es el Flash Red, que tuvo que importarlo desde Estados Unidos, para pintar algunos elementos como el chasis o la cubierta superior del motor.
Sin embargo, lo más difícil fue conseguir las piezas en rojo para sustituir los plásticos de la moto. “Es raro encontrar plásticos OEM en Flash Red”, explicó Ek y continuó: “Traté de conseguirlos en muchos lugares y finalmente obtuve la mayoría de un tipo en Europa y un panel lateral de alguien en los Estados Unidos. Son repuestos OEM usados, pero con un precio muy alto”. En total pagó 2.000 dólares por las piezas en rojo, todas originales de Honda de la década del 80; la única réplica que tiene son las protecciones de los puños.
El motor fue revisado y restaurado con piezas originales, pero funciona con una caja nueva. El tanque de combustible es de una XL600LM que no debió ser modificado para encajar en el conjunto y se acopló al cuadro, solo se añadió un soporte de aluminio detrás. Además, recortó el guardabarros trasero como un toque estético y se modificó levemente la carrocería. Las suspensiones se mantuvieron originales, con nuevas cubiertas para las horquillas, además de sustituir los protectores para los frenos. Para completar la obra, colocó un escape especial de SuperTrapp y un asiento de cuero azul, con el logo clásico del modelo.
Una vez terminada la motocicleta, Ek no pudo resistir para probarla y salió a practicar, como lo hace cada fin de semana con sus demás motos. Podrá usarla todo lo que quiera, para poder dejar a su primera XR600R descansando colgada en la pared de su local.