Por menos de 45.000 euros subastaron tres motos del actor Paul Walker
A finales de 2019 se había anunciado la subasta de varios vehículos del fallecido actor. Dentro de ese lote se encontraban tres motocicletas que esta semana encontraron nuevo dueño.
En octubre pasado la familia Walker decidió vender unos cuantos automóviles del famoso actor de la saga de ‘Fast & Furious’, pero además se pusieron en puja tres motos (una de ellas customizada). Estos 21 vehículos terminaron por subastarse este mes, en un evento de Barrett-Jackson, celebrado en Scottsdale, Arizona (Estados Unidos).
Las tres máquinas, ninguna deportiva
Entre los autos subastados del difunto Paul Walker había cinco BMW M3 E36 de 1995, más otros dos M3 E30, tres Ford, tres Chevrolet, dos Nissan, un Toyota, un Audi, y un GMC Sierra. A estos de cuatro ruedas se les sumaron tres motocicletas que también pertenecían a la celebridad, eran una Suzuki DR-Z400SM de 2008, una BMW F 800 GS de 2011 y una Harley-Davidson FLSTCI de 2005, que el actor hizo customizar. Para algunos sorprende que ninguna de las dos ruedas fuese una deportiva.
La Suzuki es una supermotard, la versión de calle de la DR-400S. La máquina lleva un motor monocilíndrico de 400cc, refrigerado por líquido, DOCH, con caja de 5 velocidades. El color del ejemplar es Alpine White. Esta motocicleta fue vendida por 3.467 euros.
Por su parte, la BMW es uno de los modelos más icónicos de la fábrica alemana. Está equipada con un propulsor bicilíndrico en paralelo de 798 cc, que genera una potencia máxima de 85 CV a 7.500 rpm y un torque de 83 Nm a 5.750 rpm. El tanque de combustible tiene una capacidad de 16 litros, y el peso de la máquina en orden de marcha es de 207 kg. Esta germana es color blanca, al igual que la japonesa, y fue vendida por la casa de subastas a 9.905 euros.
Por último, la H-D es la más especial de todas, ya que fue modificada a pedido del actor, dándole el trabajo a la casa de customizadores californianos Road Dog Customs. El diseño está inspirado en las máquinas americanas de la década del 40, y lleva varias piezas únicas. Entre los elementos reemplazados se pueden nombrar el panel de instrumentos, el manillar, los reposapiés, el caño de escape y el asiento de cuero, de cuero inspirado en la piel de cocodrilo. Además la pintura de la Harley se realizó a mano; mientras que el motor es un bicilíndrico de 1.440 cc, con caja de cinco cambios. Este ejemplar fue el más costoso, y se vendió por 30.707 euros.