Cuando dicen que nada es imposible, muchas veces tienen razón, y este es uno de esos casos. Un hombre inglés que no dejó de lado su amor por las motos, realizando un gran cambio en su máquina.
Cuando dicen que nada es imposible, muchas veces tienen razón, y este es uno de esos casos. Un hombre inglés quedó paralítico y no dejó de lado su amor por las motos, al contrario; realizó un gran cambio en su máquina.
Alrededor del mundo hay cientos de ejemplos como este, en el que las barreras logran romperse y la pasión por las motos puede mucho más que cualquier cosa. A este hombre poco le importó verse en silla de ruedas, quiso seguir disfrutando de la libertad que lo suponía conducir su Ducati Monster.
Gracias a la transformación de su fiel compañera de viaje, puede seguir en la ruta manejando, obviamente de manera diferente. Los cambios que se le hicieron a la Monster son de lo más variados, como principal es el sidecar que se instaló de un lado. Allí es donde el hombre puede subirse con su silla de ruedas para conducir. A ese lugar se movieron el manilla de la moto, junto con todos los complementos, hasta el faro frontal se corrió.
Al tener los mandos ahí se puede conducir tranquilamente, activando no sólo el motor, sino también un sistema que engancha las suspensiones de las ruedas. El trabajo que, sin dudas, costó además de dinero, mucho tiempo fue hecho con amor a las motos.
Esta invención no es la primera (ni será última), esta solución para moteros en silla de ruedas se realizó por primera en 2008. Con el paso de los años se adapta cada vez mejor a las necesidades de las personas, como este motociclista de ley que lleva su Ducati por las legendarias carreteras de la Isla de Man.
Podemos ver a un motero feliz manejando a su amada compañera: