Triumph Bonneville Speedmaster, la belleza british
La firma de Hinckley va mostrando sus modelos para el mercado del 2018, ahora es turno de la Triumph Bonneville Speedmaster, con su logrado equilibrio retro-moderno.
La firma de Hinckley va mostrando sus modelos para el mercado del 2018, ahora es turno de la Triumph Bonneville Speedmaster, con su logrado equilibrio retro-moderno.
Les hablamos antes de la Bonneville Bobber Black, que luce una estética por demás oscura, pero que guarda la elegancia. La nueva Speedmaster también tiene ese último punto en común, es elegante, tiene todo el glamour de una inglesa. Este ejemplar tiene un aire marcadamente bobber, reminiscencias a otros tiempos y todas las prestaciones actualizadas, para conjugar una moto única.
La mecánica de la pieza
El corazón de la nueva Speedmaster es un bicilíndrico de 1200cc, con una renovación que le permite aumentar en un 42% el par motor si lo comparamos con el modelo del 2015, además de tener un 25% más de potencia. Las cifras que maneja son de 77cv a 6100 revoluciones y de 106Nm a 4.000 rpm, teniendo así una mejor performance. Tiene inyección multipunto secuencial, caja de cambio de seis velocidades, y refrigeración líquida, aunque se muestren unas aletas que parecen refrigerar por aire, son simplemente decorativas.
El chasis es de tipo doble cuna, fabricado en acero. La frenada está equipada con ABS desconectable, consta de doble disco delantero de 310mm, con pinzas Brembo de doble pistón, y un disco trasero de 255mm con pinza Nissin. Mientras que las suspensiones son una horquilla convencional delante de 41mm (90mm de recorrido), y un monoamortiguador de 73mm de recorrido que no está a la vista.
La tecnología con lo retro
Ya dijimos que la apariencia de la Speedmaster nos hace pensar en el pasado de las bobber, además de tener toda la particularidad de las motos inglesas. Pero esta hermana de la familia Bonneville no se ancla en tiempos remotos, porque tiene sistemas que se equiparan con cualquier otra máquina de este año.
Además del ABS desconectable, la moto trae control de tracción, dos mapas distintos de conducción (Rain y Road), embrague anti-rebote asistido y control de velocidad electrónico. Todas sus luces tienen tecnología LED (con luz diurna), encima por si fuera poco lleva un display digital junto al único reloj en la instrumentación.
Esta belleza clásica lleva un depósito de 12 litros, esculpido con falsos carburadores, un asiento biplaza, con tapizado Premium, que sumado al guardabarros, los estribos y el manillar, la vuelven exquisita. Estará en las combinaciones: Jet Black, Cranberry Red con Jet Black y Fusion White con Phantom Black. El precio de la moto aún no se dio a conocer, pero comenzará a venderse primero en Estados Unidos y Europa.