Un argentino viajaba en moto, se la robaron y quedó varado en Ecuador

Osvaldo Botto es como cualquier amante de las motos que decide viajar en dos ruedas. Pero nunca pensó que ese sueño se transformaría en una pesadilla, donde la burocracia es su peor enemigo.

A fines de 2017, Osvaldo Botto salió de su pueblo natal, en la provincia de Santa Fe, para hacer un viaje en moto. Era algo que quería disfrutar solo, o en realidad en compañía de “Tita”, como este hombre de 59 años llama a su Honda Twister. El plan era recorrer Sudamérica, un periplo que ya lleva 9 meses, y que ahora peligra seriamente.

Cuando inició su viaje, el motociclista comenzó bajando hacia la Patagonia, después hizo el paso hacia Chile por la cordillera. Desde el país transandino, se fue a Perú, estuvo en Quito, en Santo Domingo, luego pasó a Bolivia, y finalmente a Ecuador.

La historia de Osvaldo llegó a los grandes de medios no porque su travesía salga de lo común, sino por un episodio que está complicando su vida. En su paso por Ecuador, a este motociclista le robaron todos los papeles. Es decir, se quedó sin DNI, sin pasaporte, sin licencia de conducir, sin la cédula de la moto, ni ningún otro papel.

Este incidente que lo dejó indocumentado es ahora su mayor problema. Según contó el DNI y el pasaporte le fueron entregados de inmediato, pero lo demás parece estar dentro de una nebulosa. Osvaldo le reclama a la embajada argentina en Ecuador ayuda por lo que le sucedió, pero no ve una respuesta y se desespera cada vez más.

En un posteo en su perfil de Facebook escribió: “Nadie te cree que tu embajada no te soluciona el problema”. Más adelante diría que “si no fuera por la red MAI (Moto Ayuda Internacional), diría que la Embajada hizo total abandono de mi persona”. Pero Osvaldo necesita los papeles de “Tita” para poder seguir circulando libremente por Ecuador, además de para pasar la frontera. Por el momento tiene documentos provisorios, que no son suficientes. Por si fuera poco, si no termina todo el papeleo para regresar a casa, deberá pagar una multa de 282 dólares.

Pero Botto está decidido: “Si me quedó ahí (la frontera con Perú), voy a acampar y empezar a hacer vídeos hasta que alguien se acerque. Hay que cambiar y que realmente el Consulado argentino cumpla la función que debe cumplir”.

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