Una de las menores de la familia Ninja se renueva para ser más atractiva que nunca, con una estética símil H2 y amplias mejoras en las prestaciones. Así es la versión 2018 de la Kawasaki Ninja 400.
Una de las menores de la familia Ninja se renueva para ser más atractiva que nunca, con una estética símil H2 y amplias mejoras en las prestaciones. Así es la versión 2018 de la Kawasaki Ninja 400.
Este modelo llega a reemplazar a la Ninja 300 y es un movimiento más de la firma nipona para seguir reinando en el Campeonato Mundial de Supersport 300. Esta nueva categoría que se combina con las demás competiciones de superbikes, es el terreno en donde Kawasaki usará a futuro la Ninja 400. Será para enfrentar, por ejemplo, a la Yamaha YZF-R3 y la KTM RC390.
Las mejoras y ventajas
La crecida de cilindrada (de 300cc a 399cc) por supuesto cambia el motor de esta Ninja, superando potencia y prestaciones. Entrando en la regulación del viejo continente, la Euro4, el bicilíndrico en línea llega a una potencia máxima de 45cv a 10.500 rpm, y un torque de 38Nm a 6.500 revoluciones (subiendo 11 puntos en este aspecto).
Lo contrario a lo que podría pensarse, esta evolución en el corazón no hace que se supere el peso del modelo de 300. Es más la nueva tiene 164 kilos, lo que la lleva a tener 8 menos que su antecesora, por lo tanto se hizo más liviana. Esto es gracias al motor más compacto y el diseño más simplificado de la máquina.
En la parte ciclo lleva un chasis multitubular de acero, algo más rígido, con el motor como elemento estructural, además de una placa para anclar el basculante posterior. Las suspensiones son una horquilla delantera de 41mm de diámetro (120mm de recorrido) y detrás un monoamortiguador Uni-Trak, 132 mm de recorrido. Mientras que para frenar la moto funciona el disco delantero semiflotante de 310mm, con pinza de doble pistón, que estrena bomba nueva, y atrás un disco posterior de 226mm, también con pinza de doble pistón.
Obviamente la máquina está equipada con sistema de frenado ABS, que se une a los demás elementos electrónicos, como la inyección del motor y el arranque, que se completa con encendido digital. Con el detalle más llamativo de la modernización del embrague, rediseñado más reducido, andando un 20% más suave y con sistema anti-rebote.
Por supuesto que lleva iluminación LED, para seguir dando toques modernos en la estética deportiva del ejemplar. Que se combina también con la instrumentación, con pantalla partida y esfera analógica. Terminando de darle forma a la Kawasaki Ninja 400, que deseamos con todas las ganas que llegue a nuestro mercado y poder disfrutarla en Argentina.