Kikishop Customs se encargó de realizar está creación, tomando de base una Honda CB500 Four de 1973 y dejando como resultado un café racer de estirpe elegante.
Kikishop Customs se encargó de realizar está creación, tomando de base una Honda CB500 Four de 1973 y dejando como resultado un café racer de estirpe elegante.
Los preparadores franceses están acostumbrados a tomar el pedido de sus clientes y convertirlos en realidad, además muchas veces superando esas expectativas. Por el nivel que tienen las customizaciones de Kikishop fue que The Royal Racer decidió encargarles una café racer. Es que el local de venta de accesorios para motos, que también es de Francia, quería un modelo para promocionarse. Como querían el mejor modelo posible se contactaron con el mejor taller.
La metamorfosis de la CB500
Sin dudas el lavado de cara que hicieron con la Honda es impresionante. La llevaron a líneas extremadamente más deportivas y radicales que la versión original. A simple vista se la ve elegante y sobria por sus oscuros colores, pero enseguida se nota una imagen potente que llama a la velocidad. Para obtener este resultado se colocaron varias piezas nuevas, la mayoría fabricadas a manos por la casa gala.
A la moto se la despropió de algunos elementos del carenado, el chasis se cortó en la parte trasera, se le modificó el asiento y la posición de manejo para hacerla más deportiva. Con el mismo motivo se bajó el manillar y se puso una cúpula, así tomaría un aspecto más sport. Uno de los elementos que más llaman la atención es el nuevo faro delantero, obviamente con provisto con luz LED, así como toda la luminaria. También el escape, ahora de acero inoxidable, que tiene una salida y no dos, como la Honda original.
Los frenos y las suspensiones fueron modificados para mantener la seguridad de la pieza, ya que el cliente pidió que pueda usarse en carretera. Para el sistema de frenado Kikishop acudió a Beringer, mientras que las llantas se pidieron a Seurat3 y otros elementos fueron pedidos a DD Moto Equipo, para obtener accesorios de Honda.
El pedido desde Lyon
Philippe Bettant, propietario de The Royal Racer, que tiene su sede en la ciudad de Lyon, sabía muy bien con quien estaba tratando. Según declaró, había quedado impresionado por los trabajos de Jeremy, el realizador de Kikishop Customs.
Así es que le pidió expresamente “una moto que pudiera usar nuestra marca y de la que podríamos estar orgullosos. Una motocicleta que se ajusta a la imagen de The Royal Racer: vintage, pero con características técnicas. Una máquina elegante, sobria y chic que era a la vez potente y atractiva.”
Desde Gente de Moto pensamos que Jeremy y los suyos superaron la expectativa del trabajo encargado por The Royal Racer. Ustedes, ¿qué piensan?