Una inmaculada Yamaha XT500 personalizada por MotoRelic
Pocas veces se ven diseños personalizados que parecen salidos de la misma fábrica. El caso de esta enduro customizada entra en ese selecto grupo, con una terminación que la digna de pertenecer a la casa de los diapasones.
Las preparaciones bien hechas le gustan a cualquiera, aunque en el caso de modelos famosos es algo más complicado. Cuando se toca a una clásica, se debe estar a la altura de la circunstancias. Sean Skinner, líder de MotoRelic, tomó una Yamaha XT500 y la convirtió esta magnífica máquina que vemos en las fotos que acompañan. Por supuesto, no defraudó con un diseño de estética y terminaciones sumamente cuidadas.
Convirtiendo un clásico
La XT500 no es cualquier motocicleta, el triunfo de la marca japonesa en el Rally Dakar en 1979 y la salida al mercado del modelo abrieron la puerta a una nueva generación de dos ruedas. Un ejemplar con tamaña historia llegó al taller de Virginia, EEUU, de Sean Skinner, con un cliente que pidió modernizar la máquina, pero sin que se perdiera el espíritu original.
El trabajo de Skinner entonces fue darle más vida, renovarla con piezas nuevas, y darle algunos toques de estilo, respetando ciertos parámetros. Empezando por el motor, que se lo revisó a fondo. Le dieron nueva vida al propulsor de 499cc colocándole piezas del SR500, un carburador plano y un filtro K&N. Además su sonido cambio gracias al sistema de escape hecho a medida de salida doble, con silenciador oculto.
En la parte ciclo cuenta con horquillas heredadas de una YZ250, modificadas para adecuarse a la máquina, se sumó el basculante de una Suzuki PE250 y por último amortiguadores Ikon de 15 pulgadas, completando el equipo de suspensiones. El chasis se modificó levemente para encajarse con los nuevos elementos, y se incluyó un neumático trasero más grande.
Otro de los detalles a remarcar es el tanque de combustible, que también sufrió debido al tamaño de nueva suspensión delantera (más alta que la original). Igualmente se trabajó sobre el guardabarros frontal, rehaciéndolo, además se colocó un nuevo faro marca Hella modificado artesanalmente. Se le añadieron también paneles laterales de aluminio elaborados por Heiko Kuntze de Kuntzinger CNC; el asiento fue retapizado por Counter Balance Cycles. Por último, la pintura estuvo a cargo de Knight’s Kustoms y NV Coatings.