Una réplica económica de la moto de Marc Márquez

A muchos les gustaría tener la MotoGP del múltiple campeón del mundo, pero no es algo que se pueda permitir cualquiera, ni siquiera están a la venta. Aunque podrían conformarse con esta Honda MSX 125, inspirada en la máquina ganadora.

Marc Márquez es un fenómeno del motociclismo internacional hace ya bastante tiempo, y sus fanáticos dan cualquier cosa para tener algo que lleve su nombre. Ahora los fans del piloto de Repsol Honda pueden pujar para comprar esta exclusiva motocicleta. Está bien, no es gran cosa en cuanto a prestaciones, pero tiene muchos cambios para lucir como la RC 123V que maneja el español.

La Honda MSX 125 MM93

Tiene un diseño totalmente especial, hasta con el dorsal 93 al frente. Obviamente no todo es estético y sumar los colores de la campeona nipona. Esta 125 está equipada con un nuevo manillar y reposapiés, además de modificar el sistema de escape e incorporar una horquilla invertida en dorado. También sufrió modificaciones en la parte electrónica, donde por ejemplo se le agregó sistema ABS para el frenado. Así como se le cambió el asiento por uno completamente nuevo.

Esta idea es de Blackpool, una concesionaria que la firma del ala dorada tiene en Gran Bretaña. Son reconocidos por realizar este tipo de intervenciones en máquinas de dos ruedas. Con esta creación comprueban una vez más que no importa el tamaño de cilindrada que tenga una motocicleta, pueden fabricarse ejemplares chicos inspirados en grandes deportivas campeonas.

Por supuesto que después de presentarlo en sociedad, los británicos pusieron a la venta a esta particular Honda MSX 125. El precio que estiman es de 5.389 libras, que para nosotros es una cifra elevada, pero no se compara en nada con lo que podría llegar a valer una motocicleta mucho más grande con el diseño del Repsol Honda Team de MotoGP.

Si querés tener más información sobre está réplica de la moto de Marc Márquez podés ingresar haciendo click. Ya sabés, si sos fan del 93, tendrías que empezar a ahorrar desde ya, o romper el chanchito para comprarla.

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