Este jueves el paddock del Campeonato Mundial de Motociclismo amaneció con la noticia de una rueda de prensa excepcional e individual, convocada por Valentino Rossi. Había tres posibilidades: el anuncio de una renovación con Petronas (la menos probable), un pase a Ducati bajo el nuevo equipo de VR46, o su retiro.
A la hora señalada (16:15 h de Austria), la leyenda del motociclismo se sentó ante la prensa y comunicó su retirada: “He decidido parar al final de esta temporada. Es difícil, es un momento muy triste, decir que el año que viene ya no estaré compitiendo con la moto que es algo que llevo haciendo hace casi 30 años”.
“Me hubiera gustado correr otros 25 años y no es posible. Fue bonito”, continuó Rossi, al mismo tiempo que anunció que el próximo año es posible que lo veamos compitiendo en alguna categoría del automovilismo. Aunque todavía no hay nada confirmado, y están recién en etapa de negociaciones.
El fin de una era
Hay que retrotraernos al fin de semana del 29 al 31 de marzo de 1996, el Gran Premio de Malasia, para marcar el inicio de la carrera de Valentino Rossi, en la categoría de 125 cc. Era la primera fecha de la temporada del Mundial de Motociclismo, que todavía no tenía el nombre de MotoGP. Para la décima cita de ese año, en Austria, el italiano conseguía escalar al tercer puesto y conseguir su primer podio. La siguiente, en República Checa, Rossi se alzó como el vencedor de la carrera de 125, logrando su primera victoria.
El miércoles 4 de agosto de este año se cumplieron 25 años de aquel podio; el 18 del mismo mes será el aniversario de su primera conquista. En sus 26 temporadas, Valentino Rossi logró 9 campeonatos del mundo en las diferentes divisionales; lleva 115 victorias, 235 podios, 64 poles y 95 vueltas rápidas. Hoy es el piloto con mayor número de podios en la historia, en todas las categorías; en MotoGP es el que tiene más victorias (89), podios (199) y vueltas rápidas (76).
Pero, ¿Rossi es solo estadística? Es cierto que sus números ayudan, sin embargo la respuesta es no. El italiano se ha convertido en una leyenda del motociclismo por mucho más que eso; su estilo dentro y fuera de la pista cambiaron el paradigma del Mundial. El ídolo supo venderse al público con su carisma, así como llevar el deporte de las dos ruedas a otro nivel.
Hace no mucho se decía que Valentino Rossi juntaba más fanáticos que todo el “circo del motociclismo”; que en muchos lugares del planeta se conocía más su figura que las reglas de la competición o incluso las categorías. Efectivamente, Argentina es un ejemplo de ello y la estatua de VR46 en Termas es el indicio de eso. (NdR: hoy mismo me llegó un mensaje: “Tenía la esperanza de verlo el año próximo en Termas. Ya mismo tramito la devolución de las entradas”).
Por suerte, todavía quedan nueve fechas para ver a Valentino Rossi y despedirlo como se lo merece, como a la leyenda que es, como al ídolo en que se ha transformado para las tantas generaciones de fanáticos de las dos ruedas. Hasta la última cita de MotoGP no le diremos adiós.