Yamaha es sin dudas una de las fábricas de motos más importantes del mundo, pero su camino en la industria comenzó en otro sector y con otros objetivos muy diferentes a los de ahora. Vamos a repasar toda su historia, marcando los puntos claves que hicieron crecer la marca.
Yamaha es una de las fábricas de motos más importantes del mundo, pero su camino en la industria comenzó en otro sector y con otros objetivos muy diferentes a los de ahora. Repasamos su historia marcando los puntos claves que hicieron crecer la marca.
El afinado principio
Todo empezó cuando el japonés Torakusu Yamaha fundó en Hamamatsu la “Nippon Gakki Company Limited”, fue exactamente el 12 de octubre de 1887. La empresa nació para la fabricación de instrumentos musicales, y comenzó a tener relevancia después de 1900. Primero revolucionaron la manera en que se realizaban los pianos, aplicando métodos modernos que aún hoy son utilizados y rompiendo los esquemas antiguos. Para 1930 crearon la primera sala de investigación acústica del mundo, y al año siguiente el gobierno de Japón los llamó para intervenir en la construcción del nuevo edificio de la Dieta Nacional (el órgano de mayor poder en el Estado nipón).
La Segunda Guerra Mundial haría que la fábrica comenzase a producir hélices de avión en madera, ya que conocían la materia prima a la perfección. Luego de esto, comienzan a incursionar en las hélices de metal, que más tarde derivaría en la posibilidad de empezar a hacer motocicletas.
Yamaha jamás dejó de hacer instrumentos musicales, de manera que hoy es la marca más importante del mundo, y la que más productos fabrica. El origen de la firma nunca se olvidó, de hecho por algo todavía mantiene su logo con los tres diapasones (vale aclarar que el diapasón se usaba desde la antigüedad para afinar los instrumentos).
En honor al padre
En 1954 la firma muestra al mundo su primera moto, YA-1, alias Akatombo o “Libélula Roja”. Las siglas hacen reminiscencia al fundador de Yamaha, porque para estos años la compañía ya estaba en manos de Genichi Kawakami. Pero Torakusu Yamaha era respetado aún dentro de la fábrica, a pesar de haber dado un paso al costado.
La YA-1 fue un éxito total, en el primero año se fabricaron 125 unidades de esta moto urbana, y al siguiente año ya fueron 200, pero por mes. La Libelula Roja llevaba un motor monocilíndrico 2T de 125cc, y estaba basada en la DKW RT 125 (esa misma en la que tantos se inspiraron). Para 1955, la producción creció tanto que se creó la Yamaha Motor Company, la división especial para realizar vehículos.
No solamente el nombre del primero modelo de motos es en honor a Torakusu, también la sección que se encarga de crearlas lleva su apellido. Años más tarde, en 1987, se volvió a rendir homenaje al padre de la compañía, cuando en el centenario de la fundación la empresa pasó a denominarse Yamaha Corporation. Aunque el hombre más importante en la historia de la firma no fue su creador.
Detrás del gran éxito
Genichi Kawakami fue quien llevó a la casa de los tres diapasones a ser reconocida internacionalmente. Primero fue su padre el que tomó las riendas de Yamaha en 1927, y años más tarde fue el hijo quien comenzó a mover los hilos para romper los moldes tradicionales que llevaba la empresa.
Genichi tomó la posta en 1950, justamente cuando la firma nipona empezó a pensar cada vez más en grande. Él fue el hombre que llevó la idea de realizar motocicletas, y luego el encargado de hacer crecer las diversas divisiones de Yamaha. Además de solventar diferentes proyectos que tenían que ver con el ámbito musical, Kawakami quiso pisar fuerte en el mundo motero.
Pero este líder nunca quiso perder los origines melódicos y armoniosos de la firma, por ello siguió guiándose por el camino del arte. Así la casa de los tres diapasones seguiría basándose en el arte, no solamente desde el punto de vista artístico, si no que todos sus productos (inclusive las motos) tendrían que llevar este sentido en su diseño y construcción.
Las primeras motos
Luego de que la YA-1 fuera bien recibida por el público nipón, Yamaha presentó su segundo modelo YD-1, para 1957. Esta motocicleta sería la primera de la compañía en ser exportada y convertirse en un éxito en Estados Unidos. Después llegaron la YC-1 y la YA-3.
En 1957 la casa japonesa hizo el primer kit para que la YD-1 pueda pasar de transitar el asfalto a competir en el motocross, lo que la popularizó aún más en California. Para 1960 Yamaha ya producía 135.000 motos al año y seguía sumando modelos, tales como el primer scooter, el SC-1, la YDS- 2 y 3. En el 68 fabricó la YAS-1 con motor de 125cc, con una potencia de 15cv y caja de 5 velocidades.
En 1970 comenzó a trabajar en los motores de cuatro tiempos, que estaban naciendo y que sus competidores ya habían empezado a probar. Yamaha terminó ofreciendo las motos más rápidas y económicas de aquellos años con propulsores 4T. En contra posición con lo que hacía otras fábricas, la firma siguió haciendo motores 2T, que todavía podía comercializar. Pasados tres años de esto, la casa de los diapasones producía 1 millón de motos por año. Pero fue en 1974 cuando dio el batacazo sacando la YZ250, el modelo de motocross más vendido de aquel momento.
No fue de casualidad, ya que al costado de la planta que fabricaba las motocicletas se construyó una pista de carreras. Allí Yamaha probaba la calidad y capacidad de todos productos. Gracias a esto implementaron el sistema horizontal de suspensión trasera, que llevaba la YZ250. Pero además también empezaron los éxitos deportivos de la firma, que en 1975 consiguió el primer título mundial de 500cc, de la mano de un grande como Giacomo Agostini.
En ese mismo año (75) se presentó la Yamaha Daytona 400, que particularmente en Argentina tuvo un gran éxito entre los moteros (para leer toda su historia hacé click). Por aquella época también llegaron otros modelos como la XT500, la RD500, la FZ750, o la DT125MX. En los 80 la firma ya tenía muchos modelos de variado estilo, desde scooter hasta deportivo, todas de gran calidad y muy veloces (como por ejemplo la V-Max). En la siguiente década seguiría cosechando éxitos de ventas en todo el mundo.
En nuestras latitudes
Como fiel contra cara de Honda, la firma de los tres diapasones puso su fábrica en Argentina. Fue en diciembre de 1995, cuando Yamaha Motor se estableció en el país, contando con la ayuda de la casa central japonesa e importando todos sus modelos de motos, cuatriciclos, motos de agua y demás. Recién en 2007 abre la planta, en la ciudad de Ituzaingó, donde comenzaron a producirse diferentes ejemplares (siendo la YBR125 el primero de ellos).
Diego
19 octubre, 2017 at 5:38 pm
Hola. Mi experiencia. Una yamaha 125 mod 81 como la disfruté en la ciudad. Y en la ruta viajes a la costa….. Un Caño….
marcelo
22 octubre, 2017 at 8:17 pm
excelente nota… muchos pibes no tienen la menor idea de que se trata yamaha y menos de su historia…felicitaciones