Es normal en cualquier disciplina que el deportista tenga su ritual antes de comenzar con la competencia. Para los fanáticos del MotoGP el más famoso ritual es lo que realiza Valentino Rossi antes de cada Gran Premio. En cada carrera es habitual que las cámaras de la transmisión oficial lo muestren agachado al costado de su motocicleta. Cualquiera que lo ve se da cuenta que es como si le susurrase frases al oído.
Lo cierto es que Rossi lleva 24 temporadas en el Mundial de Motociclismo, y siempre hace esa misma rutina. Por supuesto, que muchas veces fue consultado sobre ella, y cuando responde deja en claro los tintes románticos de la situación con su máquina. En más de una ocasión el italiano aseguró que a la moto hay que tratarla como a la mujer que se quiere conquistar.
En una entrevista que dio al programa televisivo Che Tempo Che Fa, de la RAI, el piloto confesó: “Antes de cada carrera me paso unos 40 minutos alrededor de la moto, hablo con ella casi como si estuviera en un encuentro”. Al mismo tiempo que explicó que lo hace para conectarse con la motocicleta, como una práctica para alcanzar un nivel alto de concentración antes de largar el GP.
Pero así como se acerca el Día de los Enamorados, también se aproxima el cumpleaños de Rossi. El italiano cumplirá 40 años el 16 de febrero, y no le preocupa. De hecho declaró que “nunca me pregunté si correría hasta los 40 años, porque siempre era mi sueño ser piloto de moto. Tal vez otros lo hagan y piensen en ello en el futuro, pero lo importante es seguir siendo competitivo”.
Así resulta ser que el romance, entre Valentino Rossi y las motos del MotoGP, parece no tener fecha de caducidad, aunque su contrato vaya a vencerse pronto. Pero el italiano piensa demasiado a futuro y se focaliza en los próximos test de pretemporada, así como en el comienzo del campeonato 2019, “estoy convencido de que, si conseguimos mejorar la moto, podremos ser fuertes”.