Lamentablemente, la situación actual ha dado otro embate a Harley-Davidson, que hace algunos años está luchando por mantenerse de pie. La incertidumbre a nivel mundial, por culpa del Covid-19, se suma a los cambios en la directiva y la búsqueda de una renovación en la casa de Milwaukee. La nueva estrategia, que se había presentado el año pasado, un plan de 2021 al 2025, ha quedado truncada, y posiblemente muchos de los modelos previstos no se presentarán.
Actualmente, H-D está buscando una inversión millonaria, más precisamente de 150 millones de dólares. Esta inyección monetaria es necesaria para la nueva dirección que tomará la marca; la planificación que busca atraer clientes más jóvenes y con menor poder adquisitivo.
En los últimos meses, Matthew Levatich, dejó la dirección de la casa norteamericana, y en su lugar llegó Jochen Zeith. A esto se sumó la renuncia de su Director Financiero, John Olin, quien había ocupado el puesto durante de 17 años; el cargo lo estará ocupando Darrell Thomas, antes vicepresidente del área de tesorería. La misma junta directiva de Harley anunció la baja de sueldos, para aminorar la pérdida, renunciando ellos mismos a su salario.
Sin embargo, esta medida para recortar gastos no ha sido suficiente. Por la crisis en la que está sumida, H-D deberá prescindir de 200 nuevos empleados, que iban a ingresar en la marca, a nivel global. A estos se les agrega el despido de 500 trabajadores relacionados a la firma alrededor del mundo.
Como ejemplo, Harley-Davidson a comienzo de la década vendía unas 160.000 motocicletas en el mercado internacional, y para el año 2019 llegó comercializar las 125.000 unidades. Para solucionar esta pérdida, la marca plantea renovar su catálogo con máquinas en diferentes segmentos, como la H-D Bronx y la Pan América (que retrasarán su producción a 2021).
Habrá que esperar si estos cambios logran salvar a la marca, o por lo menos dar un poco de aire fresco a Harley-Davidson. ¿Podrán sobrevivir a esta nueva crisis?
