Un aire mítico envuelve a Easy Rider, y no es para menos. Medio siglo después de su estreno, este film continua siendo clave en el mundo de las dos ruedas (y de la contracultura americana). Para festejar sus 50 años, vamos a repasar 10 puntos que hacen de esta película un ícono.
1 – “Low-cost”
Si de diferencias increíbles hablamos, el costo y la recaudación de esta película se llevan esa distinción. Por aquellos años, Dennis Hopper no tenía muy buena reputación, alcohólico y adicto al LSD, no conseguía el dinero para financiar su proyecto cinematográfico. Gracias a su amigo Peter Fonda y sus influencias, se unieron como productores Bob Rafelson y Bert Schneider. Los mismos aportaron 360.000 dólares para el rodaje, cantidad que se recuperó con lo recaudado en una sola sala de cine en la primera semana después del estreno. En total, Easy Rider recaudó unos “pocos” 40 millones de dólares.
2 – Motos western
Según su creador, la película era un western en dos ruedas, porque siempre fue un apasionado por los films sobre el lejano oeste. La primera referencia al mundillo del western era el nombre de los protagonistas (Billy y Wyatt), que venían de William Henry McCarthy o “Billy The Kid” y Wyatt Earp (famoso sheriff).
3 – Aires europeos
El equipo detrás de Easy Rider, además de consumir drogas a mansalva, gustaba del cine europeo, algo poco común para los americanos en los años 60. En varias ocasiones tanto Hopper como Fonda declararon que se inspiraron en La Escapada. Que no es más que una película italiana, de 1962, donde los dos protagonistas cruzan Italia en un Lancia descapotable.
4 – ¡Qué viva el caos!
Como parte de esta leyenda, se cuenta que el guión jamás terminó de escribirse. Entonces a medida que se rodaba el film, las escenas se iban improvisando; y encima Hopper se olvidaba de los diálogos. Por si eso fuera poco, para ahorrar costos, se contrataron personas sin experiencia (ya sea lugareños o algún amigo hippie), que eran extras o se encargaban de sostener las cámaras durante las grabaciones.
5 – Las motos olvidadas
Para no tener mayores problemas durante el rodaje, se construyeron dos ejemplares de cada motocicleta, pero de esas cuatro unidades, ninguna sobrevivió. Las dos Billy Bike fueron robadas una vez que terminó de grabarse la película, e igual destino tuvo la Captain America que tenía Peter Fonda (fue hurtada del garaje del actor). Mientras que la otra Captain America fue la que se destruyó en la escena final del film; aunque restaurador compró sus pedazos. La misma fue reconstruida totalmente y se vendió en 2014 por una cifra de 1.350.000 dólares. Según cuentan, Harley-Davidson ofrece (todavía) una recompensa millonaria para quienes encuentren las máquinas originales.
6 – Harley no dio su permiso
Aunque la casa de Milwaukee ahora aprovecha el film para promocionarse, al momento del rodaje no quisieron saber nada con brindarles unidades. Según las declaraciones recogidas de aquella época, fue porque consideraron que “los protagonistas eran unos delincuentes y drogadictos, era dañino para su imagen”. Es así que se compraron por 500 dólares, en una subasta, unas H-D Hydra Glide que habían pertenecido de la policía. Cliff Vaughs y Ben Hardy fueron los encargados de customizar las motocicletas, así como también hicieron dos replicas que se muestran en museo como originales, aunque no lo sean.
7 – ¿Odio a las dos ruedas?
Aunque muchos no lo crean, Dennis Hopper odiaba las motos, y le daba mucho miedo conducirlas, porque no sentía la confianza suficiente. Por esto, era común que sufriera accidentes durante el rodaje (aunque también era por las drogas). Era una verdadera paradoja, ya que gracias a la película se consolidó el estilo custom en el mundo de las dos ruedas.
8 – La banda sonora única
De más está decir lo conocida que es la canción principal, Born to be Wild de los californianos Steppenwolf; que se convirtió casi en un himno y todavía hoy se sigue utilizando, evocando la libertad y la rebeldía. Pero también colaboraron en Easy Rider, genios de música como Phil Spector, Byrds, Jimmy Hendrix y Bob Dylan.
9 – La cúspide
Después del estreno, los protagonistas consiguieron el status de estrellas de cine, aunque no quisieran aceptarlo. Quizá el más beneficiado fue un actor que solamente era contratado en películas clase B, Jack Nicholson. Por el film la naciente estrella tuvo nominaciones a los Globos de Oro y Oscar. Mientras que Easy Rider fue premiada en Festival de Cannes, como mejor opera prima. Además en 2007, el American Film Institute la clasificó como la 84ª mejor película de todos los tiempos.
10 – Amistad rota
El rodaje de Easy Rider supuso la ruptura de una amistad que parecía inquebrantable. Por los problemas que ocasionó Dennis Hopper durante las grabaciones, Peter Fonda decidió romper relaciones. Pero las peleas continuaron después del estreno, con Dennis acusando a su “ex amigo” de querer robarse el éxito de la película. A lo que Fonda siempre respondía que él había arriesgado su dinero y reputación en un proyecto en quien nadie confiaba.